Ser papá es algo diario y especial todos los días con sus momentos buenos, con sus momentos malos, con sus momentos mejores

El destacado actor de teatro, Theylor Plaza tiene claro que la paternidad es el rol estelar que predomina en su vida. Alertando que sus hijas y familia son el principal motor de felicidad y emotividad que lo impulsan a ser y experimentar ese amor de padre, desde la naturalidad y la complicidad que tiene en cada momento con sus morochas: Candela y Carmela quienes nacieron en el 2019.

Él cuenta que en cierta medida ya había experimentado la paternidad desde muy joven. Pues, por ser el hermano mayor le tocó apoyar a sus padres con el cuidado y crianza de sus hermanos desde que eran unos bebés. La responsabilidad de alimentarlos, bañarlos, vestirlos y atenderlos diariamente le permitió imaginar que algún día sería papá.

«Cuando mis bebés llegaron, realmente no tenía como algo imaginario sino experimentado. En cuanto a la experiencia son dos cosas distintas allá era hermano mayor y aquí soy papá. Evidentemente, hay una especie de vínculo con tus bebés porque no es lo mismo con los hermanos. A mis hermanos los intuía, los adivinaba a ver cómo se sentía y qué les pasaba. Pero con mis bebés por lo general siento lo que les pasa, y eso es distinto y novedoso. Aparte que fuesen dos, hace que la experiencia sea más diferente».

A Plaza los momentos que más le satisfacen y divierten como padre es esa inocencia y capacidad de asombro que tienen sus dos niñas de 4 años de edad.

«Eso me cautiva en el instante y me hace sonreír. A veces me recuerdo de ellas en cualquier espacio fuera de mi casa, y me río solo porque eso me parece maravilloso. Esa capacidad de sorpresa, por ejemplo. Un día estaba buscando unas fotos en el teléfono para un casting y en la galería pasan varias fotos y sale una en la que estoy en la obra «Raros», maquillado y vestido de señora y Carmela me pregunta:

-¿Papá ese eres tú?

-¡Sí!, mi amor. ¡Ese soy yo!

-¿Y, por qué llevas maquillaje? Porque soy actor.

Entonces, me dice: Eres actor ¡Quéeee! (con mucho asombro).

-Eso me da mucha risa porque son muy histriónicas y siempre me toman por sorpresa.

-Disfruto muchísimo los abrazos de mis hijas, los cuentos de misterio e intriga que se arman ellas, en del colegio y esas cosas.

Y, me gusta mucho, mucho, mucho… bailar con ellas. Atenderlas, seguirles el hilo de repente de si quieren maquillarse o se quieren hacer moños o poner escarchas y esas cosas. No es que me fastidie, pero le sigo el hilo. Me han maquillado, me han hecho moñitos y yo me dejo (risas), eso son anécdotas.

El actor siente que su mayor diversión la consigue con sus hijas; en cada momento que está con ellas, haciendo alguna labor del hogar o alguna diligencia personal. En definitiva le place estar en su casa con sus chamas y esposa.

¿Cómo haces para equilibrar tu faceta profesional, con el rol de ser padre?

Ha sido bastante difícil desde el primer momento en que nacieron. La primera vez, que trabaje tenían 5 meses.

Pase los primeros meses con ellas y luego me tocó trabajar. Salía muy temprano y llegaba en la noche. Eran muy pequeñas y siempre estaban dormidas. Las veía dormidas cuando me iba y las encontraba dormidas cuando llegaba.

Eso me hizo caer como en un hueco porque decía: cuando ellas abran los ojos y estén más conscientes no me van a reconocer.

Entonces llegó la pandemia y me tocó encerrarme con ellas dos años. (Risas)

Yo sé que la pandemia fue algo terrible y sigue ocasionando estragos en el mundo, pero lo mejor de la pandemia fue ver a mis bebés aprender a gatear, a caminar, a balbucear. Cuando llegó la pandemia estaban a dos semanas de cumplir el primer año de edad, y eran bebés de sillón. Viví todo ese proceso del periodo dental, fue ¡maravilloso!

Luego cuando se flexibilizó todo, volví a trabajar. Tuve que viajar y me ausente mucho de ellas, y eso hasta el sol de hoy sigue siendo como ¡woao!

De hecho, es de lo que me quejo, qué si bien trabajo mucho realmente no vale la pena como perderme el tiempo de mis hijas porque tengo un ensayo que a la larga es para el teatro. No para mí. Me ha costado poder equilibrar eso. Porque ese equilibrio en mi oficio y mi contexto no existe. No hay una compensación.

¿Qué consejos darías a un futuro papá?

Crean en lo más natural y primigenio qué es el instinto.

Cree en tu instinto como padre, como el factor conector de tu bebé. Al mirar los ojos de tu bebé, sabes que algo le puede estar pasando, que se sienta mal, que esté emocionado, que este excitado de euforia. A veces magnífica una cosa simple, porque los bebés tienen esa maravillosa capacidad de ser feliz a cada momento y eso es bello de poder reconocerlo desde el instinto.

Un papá tiene que creer desde el primer momento, en su instinto natural como humano.

¿Cómo celebras el Día del Padre y qué significa para ti?

Celebrar el día del padre me gusta mucho porque si bien “es un día libre”, no porque tenga ensayos, no me comprometo en días cómo ese en ningún aspecto. (Risas)

Mentira, uno no tiene días libres nunca. Siempre estás haciendo mil cosas para las chamas, para la casa, cosas que no puedes hacer cuando te toca trabar mucho y ese día domingo simplemente aprovechas de adelantar aquí o allá.

Lo bueno de ese día es que siempre de alguna manera recibes un detallito chiquito, los dibujitos de las niñas que lo hacen en el colegio y eso se agradece, celebra y me encanta.

Pero, además tienes un motivo para reunirte en familia, comer algo más rico y diferente a lo cotidiano o a lo del diario. Esa comida especial me encanta porque me gusta mucho comer y te tomas unas cervezas, unos tragos y compartes con tú familia.

Es un espacio para vernos, escucharnos y hablar. A veces estamos trabajando tanto, viviendo tan agitados, tan sobre la marcha que dejamos de conectarnos con nosotros y con nuestro entorno.

Tengo la fortuna que vivo con mi esposa, mis hijas y es inevitable estar demasiado conectados. Están mis papás, mis suegros que viven cerca. Pero no nos vemos todos los días porque cada quien tiene su vida y estos espacios se prestan para escucharnos un poquito y de repente debatir posiciones, ideas, comentarios. ¡Eso es rico!

Soy bastante tranquilo, con una buena comida estoy tranquilo, no necesito mayor cosa.

Ser papá es algo diario y especial todos los días con sus momentos buenos, con sus momentos malos, con sus momentos mejores. Y poder tener momentos largos de observación a tus hijas, qué hacen, cómo se comportan, las cosas qué son capaces de decirse, eso me maravilla.

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