EspecialesMes del amor y la amistad 2023

Carolina y Luis: Un amor con más de 50 años

La historia de amor de Carolina Jaimes Branger y Luis Alejandro es de esas historias de novela que apasionan. Aun cuando no la entrevistamos personalmente. Ellos nos relataron de manera corta, sencilla su historia de amor.  Entre las cosas que más les encanta es viajar. Podríamos decir que le han dado la vuelta al mundo en 80 días de amor.

Hablar de Carolina Jaimes Branger no es nada fácil. Es una mujer de personalidad fuerte. Se graduó de ingeniera de Sistemas de la Universidad Metropolitana de Caracas, master en Educación de la Universidad de Harvard, Cambridge, USA. Es comunicadora, escribe para los diarios y portales más importantes de Venezuela, tiene programa de radio en el Circuito Éxitos de Unión Radio, y programa en EVTV Miami.

Es miembro correspondiente de la Academia de la Lengua Española capítulo Venezuela. De su primer matrimonio nacieron sus hijas  Tuti,  Irene y Sofía.

Su actual compañero Luis Alejandro Aguilar, su novio cuando ella tenía 14 años y él 16. El destino los unió dándoles una segunda oportunidad para reconstruir ese amor de adolescentes.

Luis Alejandro es abogado de la UCAB, con un doctorado en la Universidad de Illinois en el campus de Urbana Champaign.

¿Se acuerdan del día en que se conocieron?

Carolina: ¡Sí, claro! ¿Cómo olvidarlo? Fue a fines de 1972. Mi tía Ana Teresa González de Delgado hacía reuniones para que los muchachos contemporáneos, hijos de familiares y amigos, nos conociéramos. En una de esas primeras fiestas, yo estaba parada al lado de la piscina, cuando alguien dijo “llegaron los Aguilar”. Luis llamó mi atención, apenas salió del salón donde había saludado a los adultos. Y vino directamente hacia mí, como si yo fuera un imán. Se presentó: “Soy Luis Alejandro Aguilar Pardo… ¿Tú y yo somos primos?”. “No”, le respondí. “Tú eres primo de mis primos, pero tú y yo no somos primos”. Entonces él, mirándome directamente a los ojos, me dijo sin más ni más: “¡Qué bueno! Así podremos casarnos”. ¡¡¡Yo tenía 13 años y él, 15!!!

Luis: Claro que sí. ¡Es inolvidable! Lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer. Fue en la casa de una prima mía a quien no conocía. Su mamá había organizado una reunión para que muchachos y muchachas -primos, amigos y relacionados con unos y otros- se conocieran. Creo que era la primera vez que visitaba esa casa y la primera vez que conocería a los anfitriones. Estaba un poquito nervioso y… bueno, siempre me he considerado un poquito tímido. Eso me ha traído dificultades porque piensan que soy antipático, pero la verdad es que es timidez. Al entrar, pasé por un salón donde se encontraban los padres de mi prima y otras personas adultas. Fui saludando a todos y presentándome diciendo mi nombre. Recuerdo que algunos -pocos- me dijeron que me conocían y todos mostraban rostros con sonrisas. Al terminar de saludar, me indicaron que siguiera adelante… hacia el oeste. Crucé una puerta divisoria y sentí que una rodilla se debilitó. Tenía dos caminos: a la izquierda, hacia una escalera que descendía y de frente a la causa que provocó la debilidad. Fue como una atracción magnética. No conocía a ninguna de las dos. Saludé y me presenté a la muchacha que estaba a mi derecha cerca del borde de una piscina. «Hola, primo» y algunas palabras más y luego me presenté a quien estaba a mi izquierda: Carolina, que era como un acelerador de partículas. Le dije mi nombre, ella me dijo el suyo y le pregunté si ella era prima mía. Me contestó que no. Que ella era prima de prima, pero que no era prima mía. Y le dije: ¡Qué bueno! ¡Entonces nos podemos casar! Desde que la vi, quedé fascinado con ella. Ese fue nuestro primer encuentro.

¿Cuál es el secreto para que la relación sea duradera?

Carolina: Sin que me queden dudas, ser amigos. La amistad es la base de una relación duradera. Uno ve parejas desechas, pero pocas amistades “de toda la vida” rotas. Y por supuesto, un excelente entendimiento sexual es importantísimo.

Luis: Pueden ser varios los secretos. El que considero el más importante, básico y esencial es que exista una leal, sincera y alegre amistad entre ambos. Ser los mejores amigos. Conocerse y abrirse como un libro y que no existan secretos. Mejor dicho: que cada cual conozca al otro tal cual es, sin sombras ni secretos. Y de esa íntima y leal amistad se desprende una actividad que florece espontáneamente: los detalles grandes y sorpresivos y pequeños y tiernos, detalles que te provocan y aparecen naturalmente. Algunos que se repiten y otros que -por alguna razón- se te ocurren en un nanosegundo. ¡Ah! Otro que me parece importante. Reírse: del otro, de ambos y volver a empezar.

¿Alguna anécdota significativa y emotiva, que han tenido como pareja?

Carolina: Hemos tenido muchas… pero creo que una de las más significativas fue la conversación que tuvimos por Blackberry el 23 de diciembre de 2012, cuando pudimos revisar el pasado que nos había separado y nos dimos cuenta de que, si bien el pasado no tenía forma de cambiarse, estaban el presente y el futuro frente a nosotros.

Otro aspecto que me conmueve son los comentarios que recibimos, incluso de personas que no conocemos, como una señora en diciembre pasado en el Paseo El Hatillo, que se nos acercó y nos dijo “Ustedes no me conocen, pero yo los sigo en Instagram y siento que son la pareja más bella que he visto, ¡se ven tan enamorados!”…

Luis: Muchísimas. Todas muy diferentes. Pero hay que entender. Hubo una primera etapa y luego una segunda. La primera fue más corta y la segunda -la actual- ha durado el doble de la primera. No ha sido un único e idéntico noviazgo. Han sido dos a diferentes edades y en distintas circunstancias, aunque sí es verdad que ambas tienen un sustrato común profundamente apuntalado. Tengo hermosos, emotivos y significativos recuerdos en ambas etapas. Y en esta segunda, aumentan día a día. ¿Y de anécdotas? Son tantas, con tanta gente, antes y ahora, que me resulta difícil escoger una en particular. Es que no solo fueron anécdotas. Hubo aventuras, eventos que espero que le pasen a muchos, situaciones tan tiernas y bonitas y halagos y felicitaciones totalmente  inesperados.  Si debo escoger un relato – que no una anécdota exclusivamente – escogería el día cuando nos conocimos. ¡Más bella ese día no pudo estar y eso fue solo el comienzo! Hoy deslumbra como una estrella en el firmamento.

¿Qué tan importante es ser detallista en una relación?

Carolina: En los detalles está la esencia de la vida y la felicidad. Mucha gente pasa la vida esperando “el gran evento”, sin darse cuenta de que los grandes eventos de la vida son muy pocos. En cambio, los detalles son de todos los días, otra manera de decirse “te amo” y “cuán especial eres para mí”.

Luis: Bueno, creo que algo de esto ya comenté. Disculpen. No sabía que había una pregunta específica sobre los detalles. ¿Qué son los detalles? Son la expresión, en un instante fugaz, de una vaguada de cariño, reconocimiento, agradecimiento y gratitud. Tan afortunado es quien es detallista para con ella como lo es a quien le mueven los cimientos por un detalle inesperado.

¿Lento o rápido? ¿Arriba o abajo?

Carolina: ¡Hasta que las olas griten “¡Ay, bendito!”

Luis: El planteamiento es tetradimensional (cuatro dimensiones). En realidad es pentadimensional -cinco dimensiones- siendo la quinta dimensión el caos producto del cariño y de la ternura.

@cjaimesb

@luisalejandroaguilarpardo

Entrevistas: Atahualpa Penzo @atapenzo y Berki Altuve @termoneitos

Edición: Berki Altuve @termoneitos

Diseño y Diagramación: María Victoria González @gonzalezmariavicky y Eduardo González @edoyanes

Redes Sociales: Janeth Yanes @janeth_yanes

Material exclusivo y original de Intervez.com

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