Cultura y Entretenimiento

Sala Caoma el homenaje del Museo de Bellas Artes a Villanueva

Ubicada dentro de la tienda del Museo de Bellas Artes de Caracas, edificio Moderno, en un espacio yuxtapuesto al jardín, plenamente iluminado por sus paredes de vidrio, la sala Caoma a manera de galería nació en el 2018 a partir de la gestión del artista plástico Zacarías García, director de dicho ente.

El nombre pleno de simbolismo rinde tributo a la memoria y al legado del emblemático maestro Carlos Raúl Villanueva, ya que así se llamaba la casa de este Premio Nacional de Arquitectura 1963, que siempre estuvo inmerso en la estética de las artes de la imagen y el espacio; articulando a la perfección el hecho arquitectónico, el urbanismo y el arte.

Conversamos con el arquitecto Henrique Vera Hernández, sobre esta vivienda » que recoge el manifiesto arquitectónico de Villanueva». Y cada palabra de Vera Hernández permite hacer un recorrido salpicado de anécdotas y vivencias de épocas pasadas.

«Caoma fue su universo» . «Cuando Alexander Calder diseñó Las Nubes para el Aula Magna le dijo: ‘si logras hacer esto eres el diablo o tienes un pacto con él’. Por eso en el patio de casa Caoma existe una silla que le forjó Calder ‘La silla del diablo’ «. «Al fondo del jardín como si fuera una casa del árbol estaba el estudio de Villanueva, un vagón de madera donde desarrollaba sus proyectos y recibía a sus clientes».

El luminoso patio de la entrada, el concepto de espacio abierto, estantes llenos de arte como muro separativo, cómodos sofás de cuero. Y muchísimas obras de arte de creadores como Jean Arp, Calder, Oscar Niemeyer, Kandinsky, Fernand Léger, Soto y Manaure entre muchos otros. Así como las firmas de personajes notables en las paredes fueron otros de los detalles que Vera Hernández comentó.

El maestro Villanueva laureado en otros escenarios como el Congreso Panamericano de Arquitectos en Lima, Perú (1947) y en la Bienal de Sao Paulo, Brasil (1957), lograba la perfecta armonía y conexión entre elementos naturales como la luz, la ventilación, el clima y la vegetación con las dimensiones espaciales; algo que logró plasmar en un legado que, sin lugar a dudas, rompió paradigmas innovando la arquitectura moderna nacional del SXX.

Su emblemática obra fue profusa, siendo tal vez la Ciudad Universitaria de Caracas la de mayor impacto, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad el 2 de diciembre de 2001.  Las sedes de los museos de Ciencias y Bellas Artes;

la reurbanización de El Silencio, el Museo Jesús Soto (Ciudad Bolívar, estado Bolívar) y el Hotel Jardín (Maracay, estado Aragua) fueron otras obras representativas de este ícono de la escuadra

CORTESÍA: TERESA QUILEZ

Fotos (bajadas de @sancheztaffur  arquitecto Víctor Sánchez Taffur)

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