Paolo Bortolameolli y Chirstian Vásquez se presentan en Caracas
La Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta se presentará el sábado 12 de marzo a las 4:00pm; y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, el domingo 13 de marzo a las 11:00am. El programa también cuenta con la participación de la pianista polaca Anna Miernik.
Este fin de semana el público venezolano podrá disfrutar de dos de los mejores directores de orquesta del mundo: el maestro venezolano Christian Vásquez, quien dirigirá a la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta, el sábado 12 de marzo a las 4:00 pm; y al Maestro chileno, Paolo Bortolameolli, quien alzará su batuta para conducir a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, el domingo 13 de marzo a las 11:00 AM. El escenario para ambos conciertos será la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música (CNASPM). Las entradas están a la venta en www.goliiive.com y en las taquillas del CNASPM.
El Maestro Christian Vásquez se reencuentra con el público venezolano y con sus compañeros de El Sistema, luego de dos años alejado del país por la pandemia. El emotivo reencuentro se materializa con la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta, de la cual es titular, para interpretar un repertorio variado y exigente en cuanto a escuelas y estilos, que incluirá la Obertura Las Hébridas de Felix Mendelssohn. Luego tendrá lugar el Gran Rondó de Concierto «Krakowiak» para piano y Orquesta de Frederick Chopin, contando con la participación de la renombrada pianista polaca Anna Miernik como solista. Finalmente cerrarán con la Sinfonía Nº 1 en Do menor de Johannes Brahms.
Por su parte, el maestro Paolo Bortolameoli, siempre a gusto en Venezuela, conducirá a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, con la cual ha creado un vínculo amistoso. El chileno, quien es director asociado de la Filarmónica de Los Ángeles, trae un programa diverso en culturas que incluye El Salón México de Aaron Copland, Danzas Galantas de Zoltan Kodaly y El Mandarín Maravilloso de Bela Bartók. Su visita forma parte de la programación del Conservatorio Itinerante Inocente Carreño, que cuenta con el valioso apoyo de la Hilti Foundation.
La alegría de Christian Vásquez
Christian Vásquez se siente muy alegre por estar de regreso en su país y tiene grandes expectativas: “Estoy contento y emocionado por estar de vuelta en Venezuela trabajando con mi familia de El Sistema, con la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta. Estamos muy motivados, la hemos pasado bien, todos están tocando excelente y los ensayos fluyen muchísimo”. Sobre el repertorio, apunta: “La Sinfonía Nº 1 de Brahms, es una obra técnicamente difícil para cada fila, pero a la vez rica en melodías y sonoridades; el Gran Rondó de Concierto «Krakowiak» de Chopin, se ejecutará con una gran pianista polaca como Anna Miernik, es primera vez que trabajo con ella, y me complace poder unir talentos, además la orquesta está asimilando todas las obras de una forma muy profesional”.
La maestra Miernik, también se expresa con emoción ante el encuentro: “Me encanta El Sistema, desde hace muchos años y es muy reconocido en Europa. Me gustaría que existiera un sistema similar en Polonia (…) Me honra tocar con una de las orquestas de este hermoso Sistema y con un gran director, así como interpretar repertorio de mi país, sobre todo cuando es una obra no tan conocida y de uno de los compositores más famosos como Chopin. La visita de Miernik, es posible gracias a la Embajada de Polonia en Venezuela, esta virtuosa suma un recorrido profesional por 37 países.Y su actuación se replicará en la Concha Acústica de Bello Montea las 7:00pm.
Bortolameolli excelso pedagogo musical
El maestro Bortolameoli también viene a dar clases magistrales a los jóvenes directores de El Sistema, con quienes tiene un vínculo especial. Enluis Montes Olivar fue su director asistente con la Filarmónica de Los Ángeles. El repertorio que ofrecerá junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar reviste valor especial por ser obras que no son tocadas con tanta frecuencia y promueven la interconexión cultural. El Salón México de Aaron Copland se basa netamente en el folclor mexicano, haciendo un cambio drástico de estilo con las Danzas Galantas del húngaro Zoltan Kodaly. En cambio El Mandarín Maravilloso es un ballet compuesto por Bartók entre 1918 y 1924, basado en una historia de Melchior Lengyel.