Natalia Brand presenta su libro “Catando la luz. Fotografía para wine lover”
El gusto por el vino y la pasión por la fotografía se unen en la tercera publicación digital de Ediciones Punto Paladar.
Libro concebido para quienes quieran hacer bellas fotografías con su teléfono inteligente y resguardar así sus momentos con el vino.
“El vino y la fotografía regalan experiencias sensoriales y del conocimiento. Muchas personas se están iniciando en los placeres que las vides ofrecen y también de las imágenes que resguardan esos momentos. Apreciar las cualidades que se encuentran en copa, reconocer las bondades de la luz y las líneas, se aprende”, afirma su autora, Natalia Brand.
“Una de las afinidades que nos une a Natalia Brand y a mí es el gusto por el vino, presente de tantas maneras en nuestras vidas. Acompaña las conversaciones, las prolongadas visitas al mar que tanto amamos, lo descorchamos cuando estamos sentadas a la mesa (creemos firmemente que la mesa con vino es más mesa) y nos divertimos explorando los vinos que no conocemos cuando viajamos, ¡qué deliciosa aventura!”, escribe la editora Adriana Gibbs.
Tales sincronías le inspiraron a escribir este libro, ideado para los wine lovers que quieran tener un registro visual de sus encuentros con el vino. “Desde hace muchos años escucho decir a personas que saben de vinos que uno de sus sueños es tener ‘ojo’ para hacer bellas fotos. Eso que llaman poseer ‘ojo’ se cultiva, así como el conocimiento gastronómico”. Con esta premisa Brand concibió los seis capítulos que dan a forma al libro.
“Mi búsqueda en Catando la luz. Fotografía para wine lovers no son las fotos perfectas ni publicitarias, lo que quiero mostrar es cómo conseguir las mejores fotos con los recursos disponibles en el momento –la luz, las líneas, los colores presentes- y con el mínimo de equipos. En mi caso la totalidad de las fotos de este libro fueron hechas con un android Xiaomi Note 8”.
Seis paseos
Así Natalia Brand presenta los seis capítulos de Catando la luz. Fotografía para wine lovers:
Capítulo 1: La magia de comenzar. Ajustes básicos. “Con los vinos se navega por distintos terruños, cocinas y culturas. La técnica fotográfica ayuda a educar al ojo, lo que lleva a captar ese mundo vinícola con gracia y estilo. La cámara, por su parte, es el vehículo para guardar estas memorias en imágenes. En este capítulo te explico algunos ajustes previos a realizar en tu nave (la cámara de tu celular inteligente), que equivalen en el mundo de los vinos al disfrute como debe ser: en la temperatura y copas adecuadas. Detallaré configuraciones a realizar en la cámara de tu teléfono que serán de gran ayuda a la hora de fotografiar”.
Capítulo 2: Aprender a catar la luz. “La luz es todo en la fotografía. El proceso de apreciación de la luz es muy parecido al de los vinos. En la medida que prácticas, te sensibilizas y vas entendiendo cómo responde la cámara del móvil. Hay muchos tipos de luz: natural, artificial, frontal, cenital, lateral, contraluz, dura, suave, cálida y fría. Te voy a mostrar algunas de estas luces que encontrarás frecuentemente en las situaciones del mundo del vino y algunas ideas de cómo aprovecharlas o compensarlas”.
Capítulo 3: El arte de la composición. “A un wine lover se le suelen presentar situaciones placenteras que invitan a ser compartidas en imágenes. Algunos trucos de composición fotográfica pueden hacer la diferencia entre una foto normal y otra poderosa. Aquí enumero varios de ellos para que los conozcas y apliques en esos momentos memorables”.
Capítulo 4: Edición Fotográfica. “En muchas ocasiones he escuchado decir: ‘tomé la foto, pero el resultado no es lo que imaginé’. La edición es la forma como puedes acercarte a lo que soñaste y, en esto, la práctica juega un papel importante: así como el ojo fotográfico se puede ir afinando en el tiempo, las destrezas con el retoque las irás desarrollando paso a paso. En este capítulo presento diez herramientas de edición que serán tus cómplices para lograr la foto que imaginaste”.
Capítulo 5: Más allá de la técnica. “Tras presentar las técnicas básicas que te pueden ayudar a hacer buenas fotos con el teléfono (los ajustes básicos, la luz, la composición y la edición), me referiré a aspectos de la fotografía que van más allá de la técnica y que son de igual forma importantes. Grandes fotógrafos plantean que después de integrar la técnica hay que ‘soltarla’ abriéndole camino a la creatividad”.
Capítulo 6: Los diez infalibles. “En este último paseo recopilo diez recomendaciones que te darán excelentes resultados al fotografiar tus momentos con el vino. Es una suerte de síntesis del libro”.
La magia de construir en equipo
El diseño estuvo a cargo de la comunicadora Betzy Barragán.
A ese talento se suma el de Torkins Delgado, quien hizo una playlist para cada capítulo. “Quienes conocen de cerca a Natalia saben de su espíritu melómano. A ella le encantó la idea de acompañar palabras y fotografías con música, seleccionada esmeradamente para ti por Torkins. La invitación que hacemos es la de aprender en disfrute: vinos, fotografías, palabras y música se conjugan aquí para ello”, escribe la editora Adriana Gibbs.
Agradecemos a los importadores presentes en orden alfabético que hicieron posible esta edición: Askar, BPR Inversiones, Imalbeca, Iregua, Maison Blanche, Vitis y Productos del Sur.
Gratitud que extendemos tanto a las locaciones en las que Natalia pudo hacer su “aula” para compartir su saber en los seis capítulos del libro como a los aliados gastronómicos que nos apoyaron: Casa Samambaya (Gonzalo Denis @casa.samambaya), Chapeau
House (@chapeauhouse), Club Táchira (@clubtachira_oficial), Consintiendo Paladares
(Nathalie Ablan. @consintiendo_paladares), Cora Galavís (@coracuero), Espacio Galipán (Luis Riera. @espaciogalipan), Paladar Estrella (Estrella Benmaman. @ paladarestrella), La Montaña (Miguel Andrade y Jesús García. @cataenlamontana), La Societé (@lasocieteccs), Restaurante Pazzo (Jackie Bandrés y Patricia Assunto. @ pazzoristorante), Titi Martínez (@cacaonefertiti), Waleska Belisario (@lascosasdewaleska) y 1956 Lounge & Bar (@1956bar).
La autora invita: “Vivimos un momento mágico en el que tenemos cámaras en nuestros teléfonos para hacer buenas fotos. Si eres wine lover, importador, sommelier, periodista gastronómico o productor, puedes hacer tus propias fotos con un estilo profesional, en cualquier sitio y hora, cuando la ocasión de consumo se presente. Solo debes aprender a entrenar tu ojo fotográfico y conocer los recursos que tienes en tu teléfono inteligente. Te convido a ello en este libro”.
Coordenadas: El libro tiene un valor de $14 y se comercializa en:
- El website https://adrianagibbs.com/producto/catando-la-luz-fotografia-para-winelovers/
- En Amazon https://www.amazon.com/dp/B0BZD7PJX7
- Escribiendo a edicionespuntopaladar@gmail.com
Ediciones Punto Paladar
Editorial especializada en vinos, destilados y gastronomía. Nació en enero de 2021 bajo la dirección de Adriana Gibbs y María Verónica Gibbs, gerente de mercadeo y ventas.
Tiene dos colecciones:
Vendimia: a esta colección pertenecen 365 días. Uno para cada vino, de Adriana Gibbs, libro que recibió el Best in the world en los Gourmand World Cookbook Awards 2022 como Libro digital de Vinos; y Catando la luz. Fotografía para wine lovers.
Aqua Vitae: inaugurada por Cocteles de autor. Las mezclas de un barman literario, de Ángel Gustavo Infante, libro que recibió doble nominación en los Gourmand World Cookbook Awards 2023 como Libro Digital y como Libro de Cocktails.
Los talentos de Catando la luz. Fotografía para wine lovers
Así se presentan:
Natalia Brand
He catado la luz desde que mi papá me regaló una polaroid a los ocho años. Tomo fotos desde los tiempos de las cubetas y los cuartos oscuros, y los avances tecnológicos me causan fascinación.
Provengo de una familia de sibaritas que hacía concursos de cocina para compartir recetas. Estudié fotografía en el Massachusetts College of Art y en el New England School of Photography.
Trabajé por muchos años como fotógrafa (retratos, moda y gastronomía) en las revistas Estampas, Todo en Domingo, Velvet, Club Magazine, Ocean Drive, On Time y Etiqueta.
Me di cuenta de que la fotografía gastronómica conjuga todos los sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto; decidí centrarme en la comunicación gastronómica desde mi firma @gastrobrand.
Para formarme en el área gastronómica hice el Diplomado en Cultura del Vino & Spirits en la Universidad Metropolitana, el Diplomado de Antropología de los Alimentos en la
Universidad Central de Venezuela y la Certificación de Análisis Multisensorial de los Alimentos en la Universidad Simón Bolívar.
He participado en los libros 365 días. Uno para cada vino (Ediciones Punto Paladar),
El pastel de Chucho (Oscar Todmann Editores), Soy Panadero (editado por Alumware), Sabores que palpitan en la memoria, de Matilde y Patrizia Veneziano, y en el Portal Web Hispanic Kitchen.
Betzy Barragán
Graduada de Comunicadora Social a finales de los noventa, cuando el mundo del internet todavía era incipiente. Me veía trabajando en el área de Comunicaciones Corporativas de alguna empresa transnacional; sin embargo, los vientos soplaron hacia otros rumbos, y empecé a interesarme en aprender código HTML.
Este interés fue complementado en mi paso por la Dirección de Publicaciones de la Universidad Católica Andrés Bello, durante la beca-trabajo que hice mientras cursaba la carrera. Ahí aprendí sobre diseño editorial, maquetación de libros y diseño gráfico en general. En ese momento, no tenía ni idea de lo determinante que sería para mi vida ese conocimiento adquirido. Trabajé casi 20 años en el diario El Universal. Inicialmente, me encargaba de «llevar a la web» el contenido de la revista dominical Estampas.
Con el avance de internet, la revista evolucionó y se convirtió en un portal informativo, y tuve la oportunidad de coordinar ese nuevo equipo de periodistas y diseñadores que se encargaría de generar todo el material multimedia para los usuarios. Estuve más de 10 años en esta gratificante tarea.
Después de deshojar la margarita, decidí tomar en serio lo que hacía «en mi tiempo libre» y me lancé al mundo freelance. Ahora ofrezco mis servicios en diseño y desarrollo web, así como la consultoría en el área de comunicaciones en general.
Torkins Delgado
Tengo una formación: etnólogo, una profesión: actor, un oficio: artista plástico, una necesidad: la poesía, una pasión: la música.
He tenido la suerte de vivir del arte, para el arte o en torno a él. He alternado, algunas veces con más efectividad que otras, todas mis necesidades creativas. He compartido mi fascinación como espectador, productor o DJ. He participado en propuestas de artistas de las más diversas áreas. Desde hace mucho tiempo estoy refugiado en mi propio trabajo, sin urgencias, construyendo estrategias para seguir habitando con la mayor autonomía posible esas zonas del arte solitarias e individuales: la literatura y las artes plásticas.
La música y la producción me han ayudado a lograr esa independencia y han sido, a la vez, el alimento de nuevas perspectivas y posibilidades, al brindarme como DJ la oportunidad de aportar visiones y poéticas singulares. En este campo trato de crear permutaciones y alternativas más allá de lo obvio, labrándome (disculpen el gerundio) un espacio particular en el entretenimiento del país.
Es así como he ejercido el placer: soy un DJ que comparte su excéntrico deleite por todo, que entiende la música desde su atemporalidad y está obsesionado por la mecánica de los registros; un escritor amortiguado, de obra tímida y sosegada, con un impúdico goce por el tropo, por el verbo profuso y el adjetivo desbordado -anacrónico cultor de lo abigarrado y barroco en tiempo de brevedad y laconismo- y, finalmente, un artista plástico de obra tamizada por la relación que tengo con el logos, por su presencia gráfica, giros y redefiniciones, tensión y contraste de formas y colores en abstracción.
Es lo que soy, en lo que hago como compilador, oficiante y creador.
Ediciones Punto Paladar me ha convocado para proponer bandas sonoras a los libros que edita. Lo he asumido como una suerte de curaduría musical para ofrecer una sensible alfombra que acompañe la lectura, una ambientación o estímulo para que los lectores gestionen sus propias consideraciones musicales.
En esta oportunidad los invito a catar la luz siguiendo el claro discernimiento estético y conceptual de Natalia Brand, cuya nítida elocuencia no se extravía en exhaustivas consideraciones técnicas o fatigosas alocuciones crípticas. La fotógrafa nos invita al aquí y ahora, a guardar y atesorar el presente, a compartir los espacios del placer, a ser conscientes del disfrute, desde su mejor ángulo.