Las maracas venezolanas resuenan en el mundo en las manos de Manuel Alejandro Rangel
Ganador del Pepsi Music 2020 como Artista Clásico del año y por Pataruco, en la categoría Mejor tema de música clásica, que se suman a sus dos nominaciones al Latin Grammy 2020 en la categoría música académica, cuyo veredicto se conocerá este mes de noviembre, este maraquero excepcional anuncia que su colección de idiófonos permanecerá tres años en el reconocido Musical Instrument Museum de Phoenix, Arizona, en una exposición que abrió sus puertas el 28 de octubre.
2020 ha dado notables frutos a la dedicada labor de divulgación de las maracas venezolanas que, desde hace casi diez años, ha emprendido Manuel Alejandro Rangel por el mundo.
Y es que, además de las dos nominaciones al Latin Grammy como Mejor álbum de música clásica (King Mangoberry: Music of Ricardo Lorenz) y Mejor composición clásica contemporánea (Pataruco, concierto para maracas venezolanas y orquesta), celebra el haber ganado la pasada semana dos premios Pepsi Music 2020 como Artista de música clásica y como Mejor tema en ese rubro; Rangel también ha resultado ganador de la segunda etapa del programa OneBeat Accelerator, programa organizado por el Departamento de Estado de USA para apoyar y financiar proyectos que aporten a la comunidad actividades de educaciòn y motivaciòn en tiempos de confinamiento.
En este marco, el músico, docente e investigador ofrecerá acceso gratuito a los cursos en línea de su método, en los que cada participante podrá vivir la experiencia de aprender a tocar maracas venezolanas con una metodología sistematizada de más de 144 videos animados e ilustrados, desde la comodidad de su casa.
Adicionalmente, el próximo 28 de octubre este versátil artista inaugurará una muestra de su colección de ideófonos en el prestigioso Musical Instrument Museum (MIM) de Arizona, Estados Unidos.
Para el músico, esta muestra significa un nuevo logro en una trayectoria de casi dos décadas en la que no solo ha destacado por su elevado nivel en la interpretación del instrumento, sino que ha transformado para siempre la comprensión y el alcance de su técnica a través del método de escritura de su autoría: Cinco movimientos son la clave, fruto de una dedicada y prolongada investigación, que ha sido presentado con gran acogida en talleres, clases magistrales, conferencias y conciertos realizados en ciudades como Mirecourt, Lyon, Grenoble y París (Francia); Ginebra (Suiza); Barcelona (España); Detroit, Kentucky, Nashville y Phoenix (Estados Unidos) y, por supuesto, Caracas.
La universalización del instrumento
«La idea nace en 2018, cuando estuve en el Community College de Phoenix presentando mi método. Allí surgió la posibilidad de tocar en el museo, donde conocí a varios de sus etnomusicólogos, mantuvimos contacto y, un año después, Daniel Piper, del equipo del MIM, me volvió a contactar interesado en la investigación de las maracas en el contexto de los instrumentos antiguos venezolanos. Desde entonces, comenzamos a compartir información sobre mi colección, fotografías, ficha técnica de cada pieza, origen, en un trabajo de más de seis meses que podrá ser visto por el público que visite ese importante recinto», explica Rangel sobre el origen de esta iniciativa.
La exposición reúne dos pares de maracas de los años 80, fabricadas por Jorge Linares, «Mazamorra», que estéticamente son elaboradas con finos detalles de diferentes maderas como samán negro, caoba, teka, con delgadas incrustaciones de pino y distintos tipos de semilla como el capacho, capacho ovalado y espuma de sapo, que cuentan con un gramaje específico para cada maraca. Una de ellas, en lugar de tapara están confeccionadas con coco.
Para Rangel, exhibir sus maracas en el MIM -el más grande museo de instrumentos musicales del mundo, con una colección de más de 15 mil piezas, muchas de esas únicas-, es un logro que lo trasciende y toca la tradición que lo precede.
«Gracias al legado de insignes maraqueros venezolanos como Santana Torrealba, Máximo Teppa, Pedro Aquilino Díaz “Mandarina”, José Pérez, Coromoto Martínez, Trino “Chiche” Morillo, Juan Ernesto Laya, Jorge Linares, Lorenzo Alvarado, Manuel García, entre otros maestros de diferentes regiones de Venezuela, la maraca de nuestra tierra ha trascendido fronteras brindando a nuevas generaciones una inspiradora conexión cultural con las raíces más profundas de su tradición. Esta exhibición los honra».
King Mangoberry: Music of Ricardo Lorenz, producción que incluye Pataruco: Concierto para maracas venezolanas y orquesta, está disponible en las plataformas digitales y en la página de su sello discográfico: www.bluegriffin.com/shop-online. Igualmente, el método Cinco movimientos son la clave, puede ser adquirido a través de la tienda en línea de la página manuelmaracas.com.
Sobre Manuel Rangel
Egresado del Conservatorio Vicente Emilio Sojo de Barquisimeto como guitarrista clásico, con formación paralela en música venezolana, latinoamericana y universal; Manuel Rangel (Caracas, 1986), se dedica al estudio y ejecución de las maracas venezolanas desde el año 2000.
Desde hace más de cinco años, el artista se ha dedicado a viajar por el mundo ofreciendo conciertos de diferente formato: desde solista hasta sinfónico, en instituciones reconocidas como el Conservatorio de Tatuí (Brasil), el Conservatorio de Tomar (Portugal), el Conservatorio Nacional de Lima (Perú), la Guildhall School of Music & Drama (Reino Unido), la Escuela Superior de Música de Catalunya (España) y en Berklee College of Music de Boston y Michigan State University (Estados Unidos) y en ciudades como Bogotá, Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, La Paz, São Paulo, París, Madrid, Barcelona, Lisboa, Londres, Estambul, Nueva York, Miami, Boston, entre otras.
Paralelamente a su carrera como solista, forma parte de las agrupaciones internacionales Venezuela Roots y Joropo Jam, con la que en 2019 estuvo nominado a los premios Pepsi Music en la categoría Música tradicional venezolana por el disco «Típico Ma Non Troppo». También ha sido integrante de agrupaciones como Los Sinvergüenzas, Arcano y la Movida Acústica Urbana y ha ganado festivales como El Silbón de Oro (Venezuela) y Villavicencio (Colombia). En 2013 fue seleccionado entre 2.500 músicos para participar como único latinoamericano en el programa de intercambio musical internacional OneBeat.
De igual modo, ha participado como maraquero en decenas de producciones de artistas internacionales, una de ellas ganadora del Grammy Latino y varias otras nominadas al mismo premio.