Vida Saludable

Las enfermedades cerebrovasculares pueden limitar la movilidad en los adultos mayores

El director médico del Centro de Atención Integral para el Adulto Mayor “Hogar La Ponderosa”, doctor Aquiles Salas, señaló que los eventos agudos como los ictus representan un fuerte impacto para los familiares del paciente que tiene que asumir súbitamente su cuidado.

Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, y es una ocasión ideal para tocar un punto delicado sobre las patologías cerebrales, en este caso las enfermedades cerebrovasculares (EVC) en los adultos mayores, en quienes las consecuencias más frecuentes radican que los pacientes quedan con debilidad o inmovilidad en una mitad del cuerpo o en las extremidades de un lado, así como dificultades para el habla.

El médico internista y director médico de la Residencia y Centro Integral de Atención al Adulto Mayor “Hogar La Ponderosa”, Aquiles Salas, señaló que estas enfermedades afectan el flujo de sangre en el cerebro, lo que ocasiona un déficit de nutrientes y oxígeno. “Pueden ocurrir eventos agudos, que en su mayoría son isquémicos como los ictus, en los que un coágulo bloquea o tapa un vaso sanguíneo de ese órgano”, apuntó el especialista.

Afirmó que estas lesiones cerebrales son las más comunes. “Hay otros eventos más graves, que son los hemorrágicos, en los cuales un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro. Ambos tipos de ECV pueden comprometer la vida del paciente, pero muchas personas sobreviven”, manifestó.

El especialista indicó que los eventos agudos como los ictus, generan un fuerte impacto para los familiares del paciente que tiene que asumir súbitamente su cuidado. “Eso representa que tienen que hacer arreglos para atender a esa persona», y muchas veces carecen del tiempo y de la preparación adecuada para hacerlo.

Las ECV llevan en la mayor parte de los casos a la dependencia, tanto en lo físico como en lo neuropsicológico o neuropsiquiátrico, “sobre todo en los adultos mayores, donde ya de por sí pueden haber algunos déficits que luego se exacerban con un evento de esta magnitud”.

Salas, quien también es director de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la UCV, comentó que las ECV “pueden exacerbar el desarrollo de déficits neurocognitivos, y posterior a esto puede ocurrir que las personas registren cambios en su memoria, en la pérdida en la capacidad de hacer cosas (por ejemplo, vestirse o bañarse), y en la orientación. Estas modificaciones pueden ser el punto de partida de algunas demencias vasculares”.

Cuidados para el cerebro

Por su parte el neurólogo, investigador y director médico de la Fundación Alzheimer de Venezuela, doctor Ciro Gaona, señaló en el marco del Día Mundial del Cerebro, que este “es un órgano físico y espiritual, que se alimenta de glucosa y oxigeno, pero también de amor y de vínculo social”.

Explicó el especialista en investigaciones dedicadas al área cognitiva que entre los factores de riesgo para las ECV están “la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la resistencia a la insulina, los trastornos de las grasas, el tabaquismo, el estrés, la obesidad, el sedentarismo, el abuso del alcohol y de otras drogas”.

“Otros factores de alto riesgo son los relacionados a la forma de afrontar las dificultades de la vida como por ejemplo, la rabia, el egoísmo, el rencor, el pesimismo, los temores, la indiferencia, la queja, el resentimiento y la culpa. Todos ellos repercuten en la salud de las arterias y, por supuesto, de nuestro cerebro”, expresó. 

“Hay que destacar, que las consecuencias de la ECV no incluyen únicamente el déficit motor, sensitivo, del control de esfínteres o del lenguaje, sino que las progresivas lesiones vasculares (generalmente de pequeños vasos) se asocian con enorme frecuencia a alteraciones emotivo-afectivas, destacando la ansiedad, angustia, pánico, irritabilidad y depresión que pueden sumarse al deterioro cognitivo progresivo, lo que ocasiona mayor sobrecarga sobre el cuidador y la familia” enfatiza el neurólogo.

Gaona destacó que para prevenir las ECV es necesario hacer actividad física y cuidar los vínculos afectivos y sociales. “Si el cerebro se aísla, se deteriora. El vínculo social positivo es el factor número uno de protección no farmacológica de ese órgano, y supera por mucho a las tareas de alta complejidad mental, sin olvidar el desarrollo espiritual incluyendo desde la fe, la oración y la meditación hasta la sonrisa y el agradecimiento”.

El experto afirmó que las familias pueden acudir a un centro integral de atención al adulto mayor, como el “Hogar La Ponderosa (ubicado en Caracas), donde existe personal capacitado no solo a nivel académico o profesional sino también afectivo, donde existe rehabilitación física y cognitiva para que el paciente salga adelante, bien para una estadía permanente o como su centro de cuidado diurno diario”.

El “Hogar La Ponderosa” está enfocado especialmente en personas con compromisos neurodegenerativos como el alzhéimer, quienes requieren de cuidados diarios. Se puede obtener más información sobre esta institución en www.hogarlaponderosa.com y en su cuenta de Instagram @HogarLaPonderosa, adicionalmente, para conocer más detalles sobre las investigaciones adelantada por el doctor Ciro Gaona puede visitar la cuenta @DrCiroGaona en Instagram y Twitter.

Cortesía: Comstat Rowland

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