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La pandemia no detuvo a PAZando 2020, plataforma de acción social estudiantil de la UCAB

En la reciente edición del programa de inmersión social de la UCAB, más de 100 estudiantes de la institución visitaron, durante una semana, 12 comunidades rurales de siete estados, para compartir con sus habitantes y ofrecer apoyo ante la crisis

La pandemia no detuvo a PAZando 2020

La pandemia por la COVID-19 no impidió que se llevara a cabo una nueva edición del programa de inserción social estudiantil PAZando, iniciativa promovida por la Dirección de Identidad y Misión de la UCAB.

Del 6 al 14 de marzo, justo antes de que se decretara el estado de emergencia nacional y la cuarentena, 140 estudiantes ucabistas, además de profesores de la institución, médicos voluntarios  y cursantes de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), convivieron, durante una semana, con los habitantes de 12 comunidades rurales de los estados Anzoátegui, Apure, Barinas, Bolívar, Lara, Mérida y Zulia.

El objetivo: conocer su realidad y generar acciones que tuvieran incidencia y contribuyeran a mejorar sus condiciones de vida.

Según explicó Rafael Mendoza, coordinador estudiantil de la Dirección de Identidad y Misión y responsable de PAZando, con cada nueva edición de este programa, la universidad mantiene su compromiso con los sectores más vulnerables.

Señaló que el conocimiento de la realidad que apremia a las comunidades y la aplicación de herramientas propias de distintas áreas de experticia de los estudiantes participantes, son las variables que conforman la fórmula con la cual el grupo ucabista de acción social busca, año tras año, contribuir a enfrentar problemas  que van desde malas condiciones sanitarias a carencias educativas o deficiencias en los sistemas de producción agropecuaria.

«Al valorar esta experiencia, los resultados son de mucha satisfacción para la Dirección de Identidad y Misión, en razón de que este tipo de inserción genera un gran espacio de vinculación académica con la realidad que alimenta una experiencia para el entorno estudiantil que hace vida en dicho programa», afirmó el profesor, oriundo de Mérida.

Las 12 comunidades visitadas en esta edición fueron las siguientes:

  • – Macapaima, Anzoátegui
  • -El Nula, Apure
  • -Ciudad Sucre, Apure
  • – San Ignacio del Masparro, Barinas
  • – San José de Barinas, Barinas
  • – Mapauri, Bolivar
  • -Paraitepuy, Bolívar
  • – Pequeño Cottolengo, Lara
  • -Santo Domingo (Zona cafetalera), Lara
  • -San Javier del Valle, Mérida
  • – El Tukuko, Sierra de Perija, Zulia
  • – Villa del Rosario, Zulia

Ucabistas comprometidos y de casi todas las carreras

En PAZando 2020 participaron estudiantes de todos los semestres, cursantes de 13 de las 16 carreras que se dictan en la universidad. Comunicación Social, Psicología e Ingeniería Industrial fueron las Escuelas de las que, este año, se involucraron más jóvenes ucabistas.

Participantes de PAZando 2020 por carrera. Fuente: Dirección de Identidad y Misión UCAB

Participantes de PAZando 2020, según semestre que cursan. Fuente: Dirección de Identidad y Misión UCAB

Además, el programa contó, por primera vez, con participantes externos, pues se añadió a la dinámica un espacio para jornadas médicas, gracias al apoyo del grupo Salud Sin Límites, dependencia de la UCV conformada por estudiantes de Medicina, y de profesionales de la Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana (AVESSOC).

Los voluntarios de esas organizaciones brindaron asistencia e insumos claves para el desarrollo de procesos como la desparasitación y entrega de medicamentos, los cuales incrementaron la efectividad del proyecto, en medio de una situación como la de emergencia humanitaria compleja.

«Esta experiencia de jornada médica fue un elemento que le dio fuerza al programa, sobre todo porque con ella se dio una asistencia necesaria en esas comunidades con tan grandes dificultades en este contexto país», señaló Mendoza.

Testimonios de cambio

En dinámicas de esta naturaleza, pocas cosas se consideran tan valiosas como el aprendizaje propio de  cada participante. Una de esas 140 experiencias es contada por Andrés Aguilar, estudiante del noveno semestre de Psicología, quien guarda un buen recuerdo de la convivencia con los habitantes de Ciudad Sucre, un pueblo fronterizo ubicado en Apure, sobre el cual señala que «parece estar más cerca de Colombia que de Venezuela».

«Aunque parecen estar aislados del resto, es asombroso los receptivos y bondadosos que son con los ‘extraños’ como nosotros (…) es como si esta gran familia siempre estuviera dispuesta a tener un primo o un tío más en sus filas, expectantes a lo que esta adición pueda ofrecerles a ellos y viceversa», relató el joven sobre su primera experiencia en Pazando.

Algo parecido es lo que protagonizó Mariángel Gelvis, quien visitó el pueblo de El Nula, en Apure, también fronterizo con Colombia. La estudiante de Comunicación Social lleva consigo la marca que dejaron sus «compañeros de camino» de aquel paraje.

«De todas las personas con las que pude convivir, me traje a Caracas el compromiso que tienen con los suyos y el esfuerzo y las ganas de salir adelante, desde su trinchera, con lo que saben hacer, apostando siempre por una vida mejor», compartió la chica que concretó su segundo año en el programa.

Crónicas para registrar las vivencias

El Programa PAZando arrancó en el año 2014 y en sus seis ediciones ha logrado involucrar a más de 500 estudiantes de la universidad, además de que ha crecido en número de comunidades visitadas. La iniciativa ha pasado por dificultades, pero aún así se ha mantenido en pie. Por eso, cada año los organizadores registran en una bitácora los obstáculos, alcances y logros de los viajes.

Y es que uno de los elementos más destacados del proyecto es que está concebido como una experiencia que no solo busca impactar positivamente las comunidades visitadas, sino también convertirse en una oportunidad para cambiar la vida de los jóvenes ucabistas que se involucran.

Partiendo de eso, Rafael Mendoza explicó que en 2020, como medio para comprender más el valor del programa y su incidencia en los ucabistas, la Dirección de Identidad y Misión impulsó a los estudiantes a escribir unas crónicas, a bien de registrar sus vivencias e incentivar en ellos el «cultivo de un modo de ser crítico ante la realidad del país y, posteriormente, poder comunicarla». Los escritos están siendo publicados en El Ucabista  y en varios medios.

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