La imagenología en la detección de la hepatitis
En el marco del mes mundial contra esta enfermedad.
La Hepatitis es la inflamación del hígado que puede deberse a múltiples causas, y puede afectar su adecuado funcionamiento. La viral es más común, dentro de ellas la causada por el virus A y el virus E son transmitidas por alimentos o agua contaminados.
La hepatitis por los virus B, C y D se transmiten a través del contacto con la sangre de una persona enferma. Se estima que el 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de cáncer primario de hígado son causados por los virus de la hepatitis B y C. Son responsables de altos niveles de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.
Dentro de las causas no virales tenemos la hepatitis alcohólica causada por el consumo excesivo de alcohol que dar origen a una patología irreversible como lo es la cirrosis hepática.
Otras causas de origen no alcohólico son: la hepatitis de origen autoinmune, el abuso en la ingesta de ciertos medicamentos, el hígado graso que produce una esteatohepatitis hepática no alcohólico (acumulación excesiva de grasa en las células del hígado en personas que consumen nada o poco alcohol), entre otras.
El hígado graso puede afectar hasta un 20 por ciento de personas adultas y casi 5 por ciento de niños, siendo la obesidad la causa más común de esta patología. Debido a la relevancia del tema debido a que representa un importante problema de salud pública se ha designado el 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis.
El Hígado, la vesícula biliar y las vías biliares pueden presentar muchas alteraciones desde procesos inflamatorios agudos o crónicos tales como la hepatitis y otro tipo de infecciones distintas a los virus. También pueden causar inflamación aguda el uso indiscriminado de ciertos medicamentos.
Explica la Dra. Norma Pedreañez, médico radiólogo “Los métodos de diagnóstico por imágenes son una herramienta útil en la detección de las patologías del hígado y vías biliares porque la ecografía es el estudio de elección inicial que permite detectar la presencia de inflamación en el hígado, que en la actualidad incluye la evaluación mediante elastografía que es un método que valora la rigidez del hígado y permite evaluar lesiones en este. Con la ecografía también se valora la presencia de lesiones tumorales, abscesos hepáticos, la presencia de cirrosis hepática y permite diagnosticar la presencia de litiasis en la vesícula biliar o en los conductos biliares, entre otras”.
En cuanto a las enfermedades de la vesícula biliar una de las más comúnmente conocidas por su frecuencia es la presencia de litiasis vesicular que llamamos cálculos o piedras en la vesícula. De suma importancia ya que en muchas ocasiones estás litiasis pueden inflamar la vesícula y causar una colecistitis aguda siendo esto una complicación que refiere actuar de inmediato.
También esas llamadas “piedritas” pueden viajar hacia las vías biliares hasta el conducto cístico y al conducto colédoco causando obstrucción de las vías biliares y las consecuencias, incluso pudieran causar pancreatitis aguda que es una inflamación del páncreas.
“En ciertos casos la resonancia magnética con efecto colangiográfico permite evaluar por ejemplo ciertas litiasis que hayan migrado a la vía biliar y pudieran no ser detectadas con la ecografía. En el caso de la presencia de tumores o abscesos hepáticos generalmente el estudio inicial es la ecografía siendo esta complementada con tomografía o resonancia magnética de abdomen” asevera Pedreáñez.
Si desea conocer mucho más sobre este tema visite las redes sociales @Dra.normapedrenez.