La actual invisibilidad médica de la mujer
Derribando mitos de género en la salud.
Este mes de marzo celebramos el mes de la mujer, y particularmente el 8 de marzo conmemoramos el día internacional de la mujer. Si bien inicialmente se enfocaba en resaltar la desigualdad laboral, lo cierto es que ha servido como punto de partida para identificar las desigualdades en todos los aspectos de nuestras vidas.
En 2019, un estudio de la Universidad de Copenhague evidenció que las mujeres reciben diagnósticos de ciertas enfermedades a una edad mayor que los hombres. Solo en el ámbito ginecológico, el 25% de las mujeres no son diagnosticadas correctamente con condiciones comunes como Endometriosis, Síndrome de Ovarios poliquísticos, quistes de Ovario, embarazo y dolor menstrual.
Debido a la falta de investigación en mujeres dentro del área de la salud, es común que los síntomas que presentan sean desestimados. Posiblemente por la ausencia de estudios y referencias para diagnósticos, los síntomas femeninos suelen ser ignorados o atribuidos a los días premenstruales, a algo pasajero, o a cuestiones propias de mujeres que aparentemente no requieren atención.
La Dra. Carmen Mantellini, Ginecobstetra explica “Cómo médico y mujer, estoy especialmente sensibilizada con las desigualdades en la salud. Desde la educación médica que recibimos, así como en los cursos y másteres a lo largo de la preparación profesional. Afortunadamente es un área que está cambiando, no solo reconociendo la falta de investigación médica de los efectos que tienen los medicamentos en mujeres, por ejemplo, sino en los cursos de formación, en la que falta aún mucho por hacer y aprender”.
Para entender el impacto de la falta de diagnóstico, en algunos países se sabe que una mujer con Endometriosis debe consultar al menos a cinco médicos diferentes antes de obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo. Además, falta investigación sobre los efectos de ciertos medicamentos en mujeres, sobretodo en algo tan universal como el dolor.
“En relación con las variaciones hormonales que acompañan a lo largo de la vida, por ejemplo, en el periodo premenstrual, embarazo, postparto y perimenopausia, sus síntomas son frecuentemente desestimados, con respuestas tales como “debes aprender a vivir con ello” “es una etapa normal de la mujer” “ya te acostumbrarás”. Evitando reconocer que al desestimarse el impacto negativo ocurre no sólo en la vida presente y futura de esa mujer que lo padece, sino también en su entorno” asegura Mantellini.
Otro ejemplo conocido está en la perimenopausia, sobretodo en mujeres a las que les remueven los ovarios antes de los 40 años y no se les ofrece terapia hormonal sustitutiva, un hecho que ha demostrado que acorta sus años de vida, al aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y demencia.
Comenta la Dra. Mantellini “Es alarmante que haya cinco veces más investigaciones sobre disfunción eréctil, que afecta a menos del 20% de los hombres, que sobre dolor menstrual, que afecta a alrededor del 90% de las mujeres. Y además no debemos olvidar el término «histeria», cuya raíz proviene de la palabra griega «histero» o útero, una afección femenina estigmatizada como algo sin importancia, cuando en realidad podría estar relacionada con causas desconocidas”.
Si una mujer que sufre de depresión postparto no es atendida oportunamente, puede no lograr vincularse adecuadamente con su bebé recién nacido, con implicaciones no solo para ella, sino en la personalidad a futuro de su bebé, al no brindarle la seguridad que necesita para que desarrolle una personalidad confiada que le permita aprender y complementarse con su entorno social.
Recientemente se publicó el caso de una mujer de 31 años que se quejaba de temblores continuos y afectan sus actividades cotidianas, sin embargo sus síntomas se atribuían a ansiedad, o incluso a sus días premenstruales. Sus temblores se agravaron en el período postparto y sólo ahí se le diagnosticó enfermedad de Parkinson, la cual se encasilla como una enfermedad neurológica y degenerativa de hombres mayores, por lo que una mujer joven, a pesar de haber consultado repetidamente por sus síntomas, se vio obligada a vivir así durante todo ese tiempo sin el tratamiento adecuado.
“Seamos abiertos a nuevos conocimientos y atentos a los síntomas al momento de su aparición. La invitación es a valorar y anotar cada nueva cosa que sienta, quien mejor que nosotras mismas para saber y reconocer cuando algo aparece por primera vez. Y además, si no consigues respuesta a lo que estás sintiendo, confía en ti y busca otra opinión”.
Si desea conocer más información sobre este y otros temas relacionados a la salud femenina, sigue en redes sociales a @Dramantellini.
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