Galería Niela refuerza el disfrute del arte en pandemia
Atahualpa Penzo @atapenzo
Es bien sabido que el arte en cualquier adversidad, siempre servirá para la sana distracción de las personas. Y será más motivador, porque afianza su fuerza creadora a pesar de estar en plena pandemia.
Pues, la creativa artística no se detiene. Por ello, Galería Niela despliega su máximo esfuerzo en alianza con el hotel Tamanaco para extasiar al público con su exposición “3 en la Contemporaneidad” donde se integra la participación de tres artistas plásticos de distintas edades, con diferentes visiones para expresar sus emociones creativas en cada pieza exhibida.
Los artistas seleccionados son: José Páez del Nogal, Pristowscheg y Dagoberto Becerrit, cada uno presentará entre 12 a 15 piezas, 3 a 4 piezas presentadas y otras catalogadas.
Esta idea desarrollada por Walter Verlezza fundador y director de Galería Niela estará abierta al público por tres meses, del 11 de marzo al 11 de junio en los espacios del Hotel Tamanaco InterContinental.
Verlezza quien además es promotor cultural, explicó que con esta iniciativa los espacios del Tamanaco se convierten en una Galería Pública abierta las 24 horas del día y de acceso gratuito a sus visitantes, que sirve de recreación cultural y expoventa, para de esa forma contribuir con el segmento de los artistas plásticos.
El director comentó que la idea es mostrar un arte nuevo, un arte moderno.
«Invite a Pristowscheg un artista de 80 años, que propone un arte que mezcla la parte del acrílico colocándole dentro la fotografía y pintura.
También está José Páez del Nogal, Premio Arturo Michelena, quien propone la parte artística abstracta.
Luego está el pintor Dagoberto Becerrit, quien maneja la cuarta dimensión, en toda su obra maneja el solsticio, toda la configuración del Sol en todos los aspectos. Sus obras se ven de diferentes maneras dependiendo de la luz», acotó el director de Niela.
Los tres artistas participan con siete obras, en esta primera etapa, ya que cada uno de ellos, realizó más piezas pero por el espacio se eligieron 7 por cada uno.
Lo interesante es que al lograr las expectativas de comercialización, pudiera venir una 2da exposición.
En cuanto a los costos, vale resaltar que se manejan al estilo de taller. Es decir que son más accesibles adquirirlos acá que en alguna galería privada y además incluye el servicio de traslado e instalación.
En este sentido, su organizador recalcó que se adaptan a la situación actual de la pandemia. Donde el arte fue el primero sector más afectado, porque a su juicio las personas adquieren más alimentos y medicinas, y se olvidan del arte.
«El artista ahorita está pasando un mal momento, por eso los invito apoyarlos. Ya que nos están otorgando unos precios lo más bajo posible, a un costo de taller, que oscilan desde 1200 $ hasta 2500 $. Obras de altísimo nivel, que en otra época pudieran cotizarse entre 5000 $ y 15000 $», enfatizó el vocero.
Poesía íntima de un Trío en Contemporaneidad
Las formas de aproximarse a la realidad son insuficientes para abordar el mundo de hoy. Por eso la imaginación, que es infinita, permite examinar de manera innovadora la actualidad. Esa es la herramienta que utilizan muchos artistas para mostrar una perspectiva de la contemporaneidad, a través de piezas de arte digital que dialogan de forma interactiva y real.
La reunión de José Páez del Nogal, Pristowscheg y Dagoberto Becerrit, nos acerca a un diálogo de poéticas de variadas posibilidades técnicas y expresivas. A través de la pintura y la escultura, sus experiencias enriquecedoras, —al igual que los oficios que en cada uno de ellos ha creado un marco de referencias aproximativas al hecho creador— nos muestran los amplios alcances de esta tendencia en sus vertientes expresionista, orgánica y geométrica.
Cada artista tiene su método, influencias y estilo, cada puesta en escena los hace diferentes pero siempre preservando la línea de la contemporaneidad.
Aproximándonos a los artistas.
Pintor venezolano, maestro del abstraccionismo.
Construye inmensos espacios abstractos con el continuo rayar, una y otra vez y el color. Con cada una de sus piezas, se ha encargado de enriquecer el arte venezolano.
El estilo de su pincelada es desenvuelto e incisivo, y la composición de cierto matiz orientalista, por el equilibrio entre vacíos y llenos. En la ejecución del trazo se accionan mecanismos que provienen del centro energético de la respiración, del ser interior y la conciencia, de allí que para el artista sea una expresión caligráfica vital. La fuerza y rapidez no implica un descontrol en la pintura, pues la disposición de la tachadura está en orden con la composición.
Las obras de Pristowscheg son 100% digitales. Son dibujos abstractos computarizados.
“La obra de cualquier artista se influencia en lo que ve y en su experiencia. Una fotografía o una pintura es la representación muy buena de algo que existe, yo intento mostrar algo que no exista o que no se haya visto aún”.
Usando el mouse del computador como pincel y el monitor como lienzo, desarrolló su inusual y muy personal forma de abstracción. El estilo de Pristowscheg oscila entre una carácter geométrico y libre; incluso en aquellas obras en las que prevalece la línea recta, éstas están dispuestas con dinamismo, en sentido oblicuo, quebradas o entrecortadas, bajo un deliberado ordenamiento del espacio. Finalmente, la intangibilidad de la obra que nace de una matriz digital se materializa en la impresión sobre papel, metal o acrílico.
Bajo la ser titulada Espectro geométrico, Dagoberto Becerrit desarrolla toda su producción actual.
En estas obras —colgantes, a pared o piso—, el cubo es un elemento a problematizar para desencadenar una propuesta de alta complejidad compositiva. El cubo funciona como una micro unidad, en relación a su estructura interna, y como una macro unidad, en relación a su comportamiento dentro de la totalidad de la obra.
Su lenguaje minimalista ya le ha ganado un nombre como escultor. Sus figuras son días de nunca acabar, noches en movimiento.
Captar la luminosidad y raptarla para la fecundación de sus policromías artísticas es un ejercicio cotidiano de este forjador singular de formas abstractas. Crea a partir de sus esculturas efectos ópticos sin descuidar los estados de ánimo del espectador, la claridad que poseen sus objetos construidos, dan como resultado una presentación artística donde el espacio no tiene jerarquía aparente, se lo da quien lo observa.
Es así como se presenta una experiencia realista donde tres artistas comparten un mismo espacio, con una agenda expositiva dinámica, envolvente e interactiva que permite al espectador protagonizar su aproximación a la muestra, al desplazarse con absoluta libertad, de forma sencilla y muy intuitiva a través de él.
La sensibilidad de Anny Bello Investigadora y Curadora en Artes Visuales nos invita a profundizar al recrearnos con cada artista y sus creaciones.
“Esta triada de artistas con obras de diverso talante, conjugan técnicas, materiales y estilos que son ejemplo de las ilimitadas posibilidades de abordar la abstracción. Son herederos de la tradición, de las nuevas tecnologías y del legado cultural y artístico de un movimiento que irrumpió en el arte venezolano, en un contexto de progreso y vanguardia, y sembró referencias invaluables en la visualidad y en el espacio arquitectónico y urbano” afirmó Bello
La obra de José Páez del Nogal, Pristowscheg y Dagoberto Becerrit merece ser vista desde distintas perspectivas. Desde la voluntad del oficio, de la investigación y el trabajo continuo que trasciende lo cotidiano y da como resultado las obras aquí mostradas.
El arte como canal sensible de conexión con el mundo, enlazado a su propia secuencia estilística y de ismos, ha sido hasta ahora, un censor crítico de la historia. En tiempos de confinamiento, el abstraccionismo vuelve a ser un modo discursivo que nos acerca al maravilloso fenómeno alquímico de convertir las dificultades en creatividad. Es justamente, esta decisión de reinvención, la que nos muestran estos tres artistas, quienes han asumido como modelo los criterios conceptuales de esta forma de expresión.