Free Color, el sueño imposible de Cruz-Diez
Alberto Arvelo dirige el documental que registró la obra inacabada del maestro franco-venezolano del arte óptico y el cinetismo, que consiste en liberar al color del soporte y la forma. Se estrena en Venezuela el próximo 21 de abril.
. “Free Color, la fascinante historia de Carlos Cruz-Diez”. Así se llama el documental de Alberto Arvelo que, en apenas setenta minutos, narra una travesía que tomó décadas de recorrido para un genio en materializar un sueño que no pudo cumplir: liberar el color de todo soporte y toda forma. ¿Cómo iba a lograrlo? A través de un experimento definido como “cromosaturación”, un espacio de nubes de color de naturaleza efímera, que el maestro visualizó sobre el río Sena, en París, Francia, su segunda tierra. Tras dos años de su estreno internacional en el Festival de Cine de Palm Springs, el filme llega a Venezuela, distribuido por Mundo De Película.
La cinta de Arvelo, con guión de Leonardo Henríquez, muestra a Cruz-Diez como personaje protagónico en busca de alcanzar su objetivo artístico, aunque siempre acompañado por sus afectos, dejando en evidencia que concebía el arte como un proceso colectivo. Parte de ese grupo que apoya al artista en esta aventura está conformado por el actor Edgar Ramírez, como su interlocutor en esta búsqueda, su nieto Gabo Cruz, director de la Cruz-Diez Art Foundation en Houston, y científicos de CalTech, uno de los mejores institutos de ciencia y tecnología de Estados Unidos, entre otros importantes voceros.
Así la expectativa sobre el proyecto está no sólo en la mira de todos estos colaboradores, sino del público, al que Arvelo lleva sutilmente en este recorrido que, con una banda sonora de Gustavo Dudamel, Devendra Banhart, Álvaro Paiva-Bimbo, Nascuy Linares y Sebastián Arvelo, y fotografía de John Márquez, se pasea por lo más emblemático en la obra del maestro y nos regala el registro de su verbo cercano, su sabiduría y ese entusiasmo de un niño, a sus 94 años.
Karibanna Content (Estados Unidos), Hapax (Francia) y Tres Cinematografía (Venezuela) son las casas productoras que hicieron realidad Free Color, basados en una idea original de Jorge Cruz, hijo del artista, quien había visualizado este documental mucho antes de que se convirtiera en rodaje.
Filosofía del color
“Hacer una película sobre una artista de la dimensión de Cruz-Diez es un reto por la complejidad de su propia obra”, comenta el director Alberto Arvelo. “Nos pasamos varios días con él, en Arti Cruz, su taller de Panamá, rodeados de su maravillosa familia, buscando algo que nos ayudara a armar la narrativa. El ultimo día antes de irnos, Leonardo Henríquez, nuestro guionista, le preguntó por una obra que había tratado de hacer en Caracas los años 70 y que no había podido lograr. El maestro comenzó a hablarnos de esa obra casi imposible en la que, finalmente, él podría liberar al color de la forma y el soporte. Aquella obra lo había perseguido por décadas, sin poder resolverla. Supimos entonces que habíamos dado con lo que buscábamos”.
Más allá de tratarse de un asunto “cromático”, para Arvelo, el legado de Cruz-Diez es filosófico. “Creo que debe ser tratado como uno de los más importantes filósofos de nuestros tiempos, su obra es la filosofía del color. Haberlo tenido como protagonista fue un regalo de la vida. Convivir con un hombre de su sabiduría, de su profanidad, de su experiencia y de su humor, solo puede ser definido como una bendición. Le agradeceré siempre a la familia Cruz-Diez, y a la vida, el habernos dado la oportunidad de compartir de manera tan íntima con él sus últimos años de vida. Carlos Cruz-Diez hizo lo que muy pocos artistas pueden hacer: convertir a su propia vida en una obra de arte”.
El legado del abuelo
“Free Color logra explicar una aventura creativa de más de 70 años. Rompe con muchos paradigmas que se tenían en el mundo del arte y se convierte en el punto de partida para una nueva época de invención. Es un documental que inspira a cualquier persona que quiera emprender una aventura creativa”. Palabras de Gabo Cruz, nieto del artista y productor ejecutivo del documental. “Nuestra vida en familia siempre ha sido una gran producción, una sumatoria de esfuerzos para acompañar de la mejor manera la aventura creativa del abuelo. Y la producción de esta película fue lo más cercano a lo que nosotros vivíamos en el taller: un equipo coordinado y apasionado que siempre buscó ejecutar una idea artística. Esta película se hizo gracias a la visión de mi padre, Jorge Cruz, y al afecto que Beto Arvelo y el equipo de producción sentían por mi abuelo”.
La obra imposible
“El proceso de escritura del guión de Free Color, junto a Alberto Arvelo, fue sumamente placentero. La obra del maestro habla por sí sola y es de una diversidad asombrosa. Sin embargo, fue el artista y sus circunstancias, su venezolanidad, bonhomía y sus investigaciones científicas sobre el color, lo que nos motivó a documentar unos de los creadores más vanguardistas y rompedores del siglo XX y consolidado en el XXI”, comenta Leonardo Henríquez, guionista de la película. “Cruz-Diez era como su obra, un hombre cinético, moviente, de una honestidad intelectual vertical, sin postureos. Y documentar a un personaje tan exuberante es la gloria del guionista. Pero fue nuestro descubrimiento de su obsesión por liberar el color del soporte lo que definió el curso de la narrativa, esa búsqueda de ‘la obra imposible’”.
Antecedentes en super 8
“Un punto de partida para traducir la idea de Free Color para la película fue el hallazgo de su nieta, Fabiana Cruz, en uno de los archivos en formato super 8, en el que el maestro había hecho un primer test de una nube cromosaturada, en Caracas, en el año 1975. Desde allí comenzamos a generar un puente entre el arte y la ciencia”, menciona Gabriela Camejo, productora del filme, miembro de Karibanna Content. “El Maestro, obviamente, se convirtió en el director de arte de Free Color, porque todo lo que se documentaba estaba rodeado directa o indirectamente por su obra. Pero, además, él guió la colorización de la película. Desde luego, fue un reto, en este caso, para Rafael Lacau, colorizar una película sobre el genio del color; también lo fue para los artistas de efectos visuales. No exagero si digo que, al menos, se realizaron treinta pruebas de una sola obra representada en C.G.I. para lograr los colores que el maestro buscaba”. París, así como la provincia francesa Le Muy, Ciudad de Panamá, Caracas, Mérida, Houston, Los Ángeles, Palm Springs y San Diego fueron las locaciones abarcadas en dos años de rodaje, muchas de ellas sugeridas por Cruz-Diez y, en ocasiones, con equipo mínimo y a destajo.
Arte, familia, gozo y porvenir.
“Seguir al maestro e intentar aprehenderlo siempre fue el plan, desde lo más abstracto hasta lo más concreto. En este sentido, la familia Cruz-Diez, como espacio geográfico en sí mismo, París y Ciudad de Panamá fueron los epicentros de producción”, explica Joe Torres, co-productor del filme, por Tres Cinematografía. “Lo más difícil fue conjugar a todos los artistas y científicos que hicieron realidad este tributo. Al principio, la película duraba más de lo que dura ahora. Pero, en determinado momento, surgió la idea de capitular el film y allí todo terminó cobrando sentido, la naturaleza final de la cinta se reveló, emergió. Free Color es un film sobre una obra imposible. Es la fascinante historia de un artista único, Carlos Cruz-Diez. Es arte, familia, gozo y porvenir. Es imprescindible”.
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Cortesía: Pablo Blanco