El amor de Mayte Navarro y Alberto Veloz
Alberto y Mayte se conocieron en el año 1978 cuando comenzaron a trabajar como periodistas, recién graduados en el Ministerio de Información y Turismo, creado en aquella época. Actualmente, cuentan con 43 años de relación de pareja, sumando los 10 años de noviazgo y 33 de matrimonio formal.
Alberto expresa su amor…
Mi primer día en el ministerio me presenté en la oficina de Mayte quien hacía una revista internacional de información sobre Venezuela. Ella había ingresado unos meses antes que yo.
Coincidimos en algunos gustos, especialmente en el área cultural y empezamos a salir a teatros, cine, bares y restaurantes. Como a los dos nos gusta bailar, íbamos a discotecas y muchas fiestas. La primera vez que bailamos fue en la boite La Cota 880 del hotel Caracas Hilton, un night club espectacular en el último piso del hotel donde se bailaba al ritmo de una orquesta que tocaba todas las noches.
¿Cuánto tiempo de casados tienen?
Nos casamos por civil el 26 de agosto de 1988, es decir, 33 años de casados, pero tuvimos primero una relación de noviazgo de 10 años, por lo tanto, son 43 años juntos. El 1 de julio de 2019 nos casamos ante la ley de Dios en la Iglesia de Nuestra Señora de La Chiquinquirá, en La Florida.
¿Cuál es el secreto para que la relación sea duradera?
Respeto mutuo es la clave de toda buena relación. No imponer criterios sobre la otra persona y mucha colaboración y apoyo, especialmente en el área profesional. Cada uno siempre ha conservado su independencia de acción.
¿Alguna anécdota significativa y emotiva, que han tenido como pareja?
Nos gusta disfrazarnos en Carnaval y eso nos llevó a ganar varios concursos de disfraces, entre ellos un fin de semana en el hotel Del Lago en Maracaibo con todos los gastos.
¿Cómo manejan las diferencias, gustos o costumbres, para que exista la armonía?
Desde el comienzo de nuestra relación cada quien conservó sus gustos, amistades, relación con la familia, nadie sacrificó sus vivencias. Igualmente, cada uno tiene sus tareas específicas que debe cumplir en la casa. Por ejemplo, yo cocino y hago el mercado. Mayte arregla la casa. Existe un gran clima de confianza, lo que refuerza el respeto hacia la privacidad del otro. Ninguno revisa correos, llamadas de teléfono, computadora, etc. Eso es sagrado.
¿Ante cualquier diferencia cómo suelen contentarse?
Las pocas peleas han sido tan insignificantes que no ameritan nada especial para una “reconciliación”.
¿Qué tan importante es ser detallista en la relación?
A todos nos gusta un consentimiento, un detalle especial, un regalo sorpresa. De vez en cuando lo hacemos el uno para el otro.
¿Qué es mejor tener afinidades o diferencias? ¡Ya que ambos trabajan en la misma área!
Las diferencias, tanto profesionales como domésticas, sirven para enriquecernos el uno al otro. Si pensamos idéntico, la relación sería sumamente aburrida.
Además de la relación de pareja, ¿Cómo es la relación de trabajo?
Es una relación muy equilibrada. Se comparten ideas, se estudian los pro y contra de cada situación, pero cada uno defiende sus ideas hasta que se llegue a un acuerdo. Siempre ha existido el apoyo mutuo.
¿Cuál es la mejor forma de celebrar este día del Amor y la Amistad, en pandemia?. ¿Qué harán este 2021 para ese día?
Cocinar juntos no es posible porque podría desatarse una contienda. Mayte es extremadamente maniática en el uso de ingredientes, todo lo quiere medir y está pendiente si los ingredientes y la preparación son saludables. En consecuencia prefiero estar solo en la cocina y la solicito para alguna pregunta o ayuda puntual.
Posiblemente ese día prepare algún plato especial que sea de nuestro agrado y conversamos un rato con una copa de vino. Siempre tenemos algún tema de conversación.
Y algo más que quieran agregar o consideren oportuno relatar, alguna situación graciosa o sorprendente que ambos recuerden.
En un carnaval en Río de Janeiro estábamos paseando por la playa, pero en un momento debí devolverme al hotel para buscar una toalla ya que decidí bañarme en Ipanema. Le dije a Mayte que no se moviera del sitio donde la había dejado, pero en vista de mi tardanza, ella decidió hacer una caminata por la orilla de la playa. Cuando regresé y no la encontré por mi pensamiento pasó de todo, especialmente en una ciudad como Río de Janeiro donde la seguridad no es uno de sus atributos. Por mi mente pasó secuestro, robo o que se había perdido. Al rato apareció de lo más tranquila y yo ya estaba al borde los nervios y la histeria. Una situación similar sucedió en París, cuando entre la muchedumbre, ella se perdió de vista y apareció casi una hora después. Pero esa situación de desencuentro se repitió en el aeropuerto de Nueva York y en Barcelona.
- Concepto desarrollado por:
- Entrevista: Atahualpa Penzo @atapenzo
- Edición: Leonisia Cusati @leonisiacusi
- Diseño: Eduardo Gonzalez @edoyanes
- Fotos: @alberto.veloz y @mainav