“Drácula”: un cuento de terror convertido en historia de amor
Del laureado realizador francés Luc Besson llega esta versión de la mundialmente conocida novela de Bram Stoker con algunos ajustes escritos por el mismo director a la historia original. Caleb Landry Jones interpreta a un hombre condenado a vivir por los siglos de los siglos hasta que se reencuentra con su amada reencarnada y un cura -Christoph Waltz- que lo invita a arrepentirse de sus pecados. Estreno el próximo jueves 28 de agosto, gracias a Mundo D Película.
Existen más de 200 películas basadas en el renombrado “príncipe de las tinieblas”, creado por el irlandés Bram Stoker en 1897. Desde “Nosferatu, una sinfonía del horror”, dirigida en 1922 por el alemán F.W Murnau, hasta la elogiada “Drácula”, de Francis Ford Coppola, de 1992, y varias cintas más estrenadas en décadas posteriores, pasando por las protagonizadas por el icónico Christopher Lee y sus siete películas para Harmer Films, entre finales de los años 50 y principios de los 70.
Sin duda, Drácula es un personaje que ha marcado varias generaciones con su piel pálida, dientes afilados, capa negra, uñas largas, ojos que cambian de color, fuerza sobrehumana, capacidad para hipnotizar sus víctimas y su conocida sensibilidad a los crucifijos y a los rayos ultravioleta. Además de Christopher Lee, han interpretado al personaje otros actores que siguen siendo una referencia en este multiverso gótico, como Gary Oldman, en la versión de Coppola y, muchos años atrás, Bela Lugosi bajo la codirección de Todd Browning y Karl Freund en 1931.
Más de un siglo después de la publicación de la novela de Stoker llega ahora “Drácula: A Love Tale” (“Drácula, un cuento de amor”), del reconocido realizador francés Luc Besson, nominado al Bafta por el thriller “Subway”, y creador de otros filmes de acción y ciencia ficción aplaudidos por la crítica internacional como “El Profesional”, “Lucy” y “El quinto elemento”, entre otros.
El Drácula de Besson convierte una película propia del género terror en una particular historia de amor. Vlad, un príncipe del siglo XV, renuncia a Dios después de la muerte de su esposa, la princesa Elisabeta, en un enfrentamiento con sus enemigos y bajo el mandato de la iglesia. La decisión lo lleva a tomar venganza contra la religión católica y lo transforma en un vampiro en busca de la reencarnación de su amada por 400 años.
Siglos más tarde, en la época Victoriana, Drácula encuentra a Elisabeta en la piel de Mina, otra mujer, y decide recuperar el tiempo perdido y tratar de romper el hechizo que lo ha mantenido buscándola por los siglos de los siglos.
La puesta en escena de Besson para este “Drácula romántico” es sencillamente espectacular. La lograda atmósfera creada bajo el diseño de producción de Hugues Tissandier, la dirección de fotografía de Colin Wandersman y la banda sonora de Danny Elfman hacen que el espectador se sienta que está ante un montaje teatral con la ventaja visual de la gran pantalla.
Las actuaciones están a la altura de esta combinación terror/amor y una pizca de comedia: la interpretación de Caleb Landry Jones recuerda un poco el estilo profundo y misterioso de Heath Ledger, Christoph Waltz, a pesar de estar interpretando un cura, no abandona el cinismo de personajes que le ha tocado interpretar bajo la guía de Quentin Tarantino. Y Zoë Bleu, quien además de actriz es modelo, le imprime no sólo belleza a Elisabeta sino la dosis necesaria de drama y sensualidad. Por su parte, Ewens Abid, quien interpreta a Jonathan Harker, el esposo de Mina (Elisabeta reencarnada) le da un sello caricaturesco a la historia y la convierte, por minutos, en un triángulo amoroso.
“Drácula” sorprende por este giro que le da Besson a la obra original, y que si bien no hace que el espectador justifique su maldad la pueda entender, desde un punto de vista que sería un banquete para cualquier psicólogo o psiquiatra especializado en temas de pareja. Ahora bien, no es bueno tomar al pie de la letra este vuelo romántico del temido personaje, ya que esta versión no excluye las escenas terroríficas siempre esperadas por la audiencia que ya conoce las fechorías del maquiavélico conde.
Imperdible para los amantes del terror… y también del amor.
Si deseas más información, clips o fotogramas de “Drácula” visita en Instagram @mundodpelicula.
Prensa Pablo Blanco