Colados ofrecen a niños nutrientes de frutas naturales
Los colados de frutas son una opción saludable que proporcionan todos los nutrientes de las frutas a los niños cuando comienzan su alimentación complementaria, después de los seis meses de edad.
Estos productos, sin conservantes o sabores artificiales, elaborados con pulpas de manzana, pera y durazno, como los de Natulac,son fuente importante de minerales necesarios para ser incorporados a la alimentación del pequeño cuando sus exigencias nutricionales ya no pueden ser cubiertas sólo por la leche materna.
Los colados de frutas aportan vitamina C o ácido ascórbico que ayuda a reforzar el sistema inmunológico y elevar las defensas orgánicas de los pequeños. Además aportan potasio, fibra soluble y carbohidratos, beneficiosos para la salud del infante en crecimiento.
Frutas nutritivas
Las manzanas, peras y duraznos también contienen excelentes nutrientes que ayudan a cubrir los requerimientos alimenticios de los niños. Aportan vitaminas del complejo B, indispensables para el desarrollo del cerebro, fósforo, potasio y sodio, que son fundamentales para el sistema nervioso.
Además, la pera es rica en calcio, yodo, magnesio, hierro y zinc, estos dos últimos minerales son indispensables luego de los seis meses de edad.
Los colados de Natulac conservan todas estas vitaminas y minerales porque tienen alto contenido de fruta natural y las calorías que proporcionan están ajustadas a las necesidades de los infantes.
Alimentación complementaria
La Organización Mundial de la Salud (OMS), pediatras y especialistas en nutrición infantil recomiendan comenzar el proceso de alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad, cuando entre otras condiciones, el bebé puede mantenerse sentado o erguido, para evitar los atragantamientos.
Las frutas y verduras son los primeros tipos de comestibles que los expertos aconsejan incorporar como la alimentación complementaria, por lo que los colados de Natulac son ideales para esta etapa.
La mejor presentación
Los colados de Natulac son envasados en vidrio, material inerte que actúa como una barrera natural contra las bacterias, y permite conservar el sabor y olor intacto desde su origen hasta el destino final. Además, el vidrio es 100% reciclable y reutilizable, sin perder nunca sus propiedades.
Aunque no sustituyen a las frutas, son una excelente alternativa por su alto contenido de pulpa y una opción práctica a la hora de mantener a la mano alimentos frescos y naturales de calidad para los niños que le da a las madres la tranquilidad de proporcionar alimentos nutritivos.