Shotwell » Philbert», 1935, reflejo de tiempos más simples
Imagina que vives en Estados Unidos a inicios de los años 30, 2 años antes colapsa la bolsa de Valores de Nueva York y en consecuencia tus ahorros se limitan a lo que tienes en la billetera y quizás lo que tengas escondido debajo del colchón. Pero a pesar de eso, son tiempos en donde todo es más sencillo y uno podía hacerse sus propias cosas.
Así estaba la familia Shotwell en 1930. Pero en esa misma época, Bob Shotwell llega a donde su padre con una interesante pregunta: «Papa, ¿Puedo tener un carro?» Con el escenario que menciono al inicio, es lógico que la respuesta del papá sea «No», pero lo curioso es lo que pasa luego, el Sr. Shotwell le dice a su hijo «Si quieres un carro háztelo tu mismo».
Es así como comienza la historia de éste pequeño automóvil. Bob y su hermano Edward comienzan a trabajar en el proyecto de hacer su propio automóvil. Para ello comienzan a visitar depósitos de chatarra en donde conseguirán piezas de Ford A y un motor de motocicleta Indian de 4 cilindros y 700cc con una transmisión de 3 velocidades sin retroceso.
Poco a poco comienzan a trabajar en su proyecto y para 1935, luego de 2 años de trabajo y 300 US$ invertidos el automóvil está listo, lo llamarán Philbert, por una caricatura animada de la época. El automóvil tiene un aire aeronáutico, el diseño es notoriamente Art Deco de los años 30, lo que significa que por sencillo que haya sido el concepto debía verse moderno.
El motor está ubicado en la parte trasera, mientras que el tanque de gasolina está en la parte delantera, con un flotador conectado a una pelota color naranja vemos en la imagen, la idea es que a medida que va bajando el nivel de gasolina la pelota va bajando.
Una vez que «Philbert» estuvo listo, los hermanos Shotwell hicieron un viaje desde Minnesota hasta Alaska y desde ahí hasta San Diego, en California, un recorrido de poco más de 11.200Km y a lo largo del tiempo Shotwell le agregó un recorrido de 241.000Km. Así, sin permisología, patentes, normas de seguridad, nada de eso existía en esa época, te hacías tu carro y listo, ¡A rodar!
Con el tiempo Bob Shotwell se dedicó a la aviación, tal como «Philbert» lo predice con su diseño, trabajaría como piloto de Nortwest Airlines y se retiraría a los 75 años de edad. Al final de la vida de Bob, el automóvil estaba una condición bastante lamentable y ante el temor de que en futuro llegaran fanáticos de las motos y le quitaran el motor a su preciado auto, decidió acudir al humorista y coleccionista de automóviles Jay con una propuesta: «El carro es tuyo, con la condición de que lo restaures», con el trato cerrado, Leno lleva el automóvil a su taller y lo restaura, actualizándole piezas y partes y reparándole el motor, finalmente le da el acabado que vemos en la imagen, aunque originalmente era negro.