Hablar de dinero: un tabú en plena era digital
Hay una pregunta que la mayoría de los padres de familia temen más que cualquier otra cuando hablan de dinero con sus hijos: Papá, mamá, ¿cuánto ganas tú?
En ese momento se quedan en blanco, titubean y hasta dicen: «Eso no es problema suyo, usted dedíquese a estudiar, a jugar; eso son cosas de adultos». Y allí inicia parte de la falta de información financiera y del tabú sobre temas de dinero que nos acompaña hasta el final de nuestros días, o hasta que decidimos, como adultos o jóvenes, correr el velo del conocimiento para descubrir los conceptos básicos de finanzas.
Existen tres razones principales por las que, cada vez más, los padres de familia no hablan de dinero con sus hijos y, por ende, no les ayudan a desarrollar habilidades para manejar sus finanzas. Estas razones son las siguientes:
- Es un tema cultural en Latinoamérica, una costumbre en muchas familias, basada en la creencia arraigada de que los niños son pequeños para entender el tema.
- A los padres les da miedo no ser un buen ejemplo en el manejo de las finanzas, ya que muchos piensan que cometen errores con el dinero, gastan demasiado o sienten que necesitan zapatos o ropa nueva cuando en realidad no es así.
- Muchos padres creen que no saben mucho sobre dinero y, por lo tanto, no tienen la confianza para enseñarles a sus hijos. Existe la creencia de que necesitan un doctorado en finanzas para poder enseñarles a los niños, pero eso no es cierto. Los padres también pueden y deben, si desean cambiar el patrón de no hablar de dinero, aprender junto con sus hijos.

Hablar de dinero con tus hijos también te sirve para inculcarles valores financieros, tales como la solidaridad, el trabajo, la honestidad, la libertad, la generosidad, la responsabilidad, entre otros, y para que entiendan que no todo se obtiene con dinero. Educar financieramente a nuestros hijos es uno de los mejores regalos que podemos darles.
Si como padres superan la inseguridad sobre el dinero y hablan del tema con sus hijos, lograrán dejar un legado de prosperidad en ellos que los beneficiará durante toda la vida. Hay que tener presente que los niños van a necesitar saber cómo manejar su propio dinero cuando crezcan, así que es mejor que aprendan cuando no hay tanto en juego.
Desde que un niño inicia la vida está percibiendo el mundo con sus sentidos y captando un cúmulo de información que va formando sus primeras impresiones. Sin embargo, un artículo de Forbes cita investigaciones que demuestran que los niños pueden comprender conceptos básicos de dinero a los 3 años y formar sus hábitos financieros a los 7 años. Partiendo de estas investigaciones, lo mejor es empezar cuanto antes, de una manera fácil y divertida, tomando como base la vida y la rutina cotidiana del grupo familiar.
Nada mejor que la enseñanza que nace de la experiencia para mejorar el futuro.
Militza Wilson @etziagroup
Lic. En educación mención ciencias pedagógicas
Mentora financiera