Empresarial

La Montserratina es un legado forjado por generaciones de talento

Invertir en el desarrollo profesional de los trabajadores es una estrategia clave para las empresas que buscan retener talento y fomentar un ambiente de aprendizaje continuo. Así lo reflejan los testimonios de colaboradores que han respaldado a los Artesanos del Sabor durante varias décadas.

Los empleados que deciden construir su carrera dentro de una organización son la columna vertebral de las empresas exitosas. Su compromiso a largo plazo fomenta un ambiente de estabilidad y permite desarrollar un profundo conocimiento del negocio, lo que a su vez impulsa la innovación y el crecimiento.

La Montserratina, la empresa número uno en embutidos y productos parrilleros en Venezuela, se ha convertido en un hogar para generaciones de trabajadores. Ahora, cuando completa sus primeros 75 años de trayectoria, la compañía muestra que, con el respaldo de sus colaboradores, ha logrado mantener su esencia y adaptarse a los constantes cambios del mercado, al tiempo que forja una familia laboral.

Evolución y adaptación

La empresa ha evolucionado significativamente desde sus inicios. Roxana Campos, gerente de asuntos regulatorios, con 32 años en la empresa, destaca cómo La Montserratina “ha pasado de ser una pequeña empresa familiar a una corporación con procesos más sofisticados y tecnología de punta. Sin embargo, a pesar de estos cambios, la esencia artesanal y el compromiso con la calidad se mantienen intactos”.

Los Artesanos del Sabor, más que una empresa productora de alimentos “es un símbolo de la identidad venezolana”, como lo expresa Eileen Fernández, consultora de finanzas, quien además tiene una trayectoria de 25 años de labores; para ella “la empresa representa ‘familia, calidad y sabor’, legado que se ha transmitido de generación en generación”. “Este sentimiento es compartido por muchos empleados, quienes ven a la empresa como un segundo hogar”, agregó.

Por su parte, Lucibeth Soublette, responsable del control de carga, enfatiza el crecimiento personal y profesional que ha experimentado en la empresa, “gracias a Dios todos conocen la empresa, para mí es un honor formar parte de esta gran familia con la que he evolucionado durante estos casi 24 años que llevo aquí”.

Futuro prometedor

Pese a los desafíos que se puedan presentar, los empleados de La Montserratina se muestran optimistas sobre el futuro de la empresa. Su perseverancia y compromiso son un testimonio de la resiliencia y el espíritu venezolano, y de la capacidad de las empresas nacionales para adaptarse y prosperar en un entorno cambiante.

Raiza Rodríguez, asistente ejecutiva con 39 años de servicio, describe su experiencia como “un viaje con altos y bajos”, pero siempre con un profundo agradecimiento. “A pesar de los altibajos normales en tantos años, yo me siento agradecida con Dios de estar aquí”, expresa.

Mientras, Luis Salcedo, con 25 años de servicio trabaja como operador y ve en La Montserratina un futuro prometedor.  “Yo aquí hago de todo un poco y con alegría. Me siento muy contento e importante por formar parte de la empresa”, resalta Salcedo.

Estos testimonios reflejan que La Montserratinaes mucho más que una empresa de alimentos. Es un lugar donde las personas construyen carreras, forjan amistades y comparten experiencias. Es un símbolo de la industria venezolana y un ejemplo de cómo la pasión y el compromiso pueden superar cualquier obstáculo.

Comstat Rowland 

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