Jesús Carreño siempre amó al teatro
Eduardo Chapellín
F/Tumbarrancho Teatro
La primera vez que vimos a Jesús Carreño montado en las tablas fue con la pieza «Lo que Kurt Cobain se llevó» de Tumbarrancho Teatro, una comedia donde se dejó sentir en cada función. Pensamos que se quedaría en esa rama, pero también mostró su temple para el drama con «Cuentos de guerra para dormir en paz», también de la misma agrupación y que dirigió.
Carreño creció como actor, pero también destacó en la producción, dirección y la docencia, facetas en las que mostró siempre sus ganas de hacer las cosas bien. Dolió al gremio del teatro su partida física el pasado fin de semana, debido a complicaciones debido a una amibiasis que contrajo hace casi un año.
La última vez que conversamos fue el año pasado cuando nos encontramos en el ensayo general de una obra. Conversó sobre su último proyecto en microteatro donde no le fue bien, pero agregó que quería centrarse más en la dirección y la docencia, señalando que existía mucho talento con ganas de hacer cosas. Era su mundo, tal como comentó en una entrevista que le realizaron: “El teatro es lo que le da sentido a mi existencia, es una forma de vida».
Según nota de prensa publicada por Zara Fermín en el portal especializado www.el-teatro.com, Carreño poseía un cuarto de siglo de experiencia en las tablas venezolanas. Se formó en los talleres de actuación del Grupo Génesis Taller Teatral y del Grupo actoral 80. Fue egresado del programa de formación de la Compañía Nacional de Teatro donde estudió durante 4 años.
Como actor participó en más de treinta piezas, entre ellas Bajo Tierra, UBU (Rio Caribe Teatro), Esperando a Godot y Manteca (Teatro K) Picasso en La Liebre Veloz (GA80) e Isabel Sueña con Orquídeas (GA80-Proyecto Azul).
En la faceta de director estuvo al frente de 27 Vagones de algodón, Tarde en cuarto menguante, Puro Bochinche, Al Borde FM y Jazmines en el Lídice (obra ganadora del Premio Isaac Chocrón y del Premio Municipal de Teatro como Mejor Obra con Tumbarrancho Teatro, grupo del cual es miembro fundador), entre otras.
Obtuvo reconocimientos como el Premio Municipal de Teatro 2014; Premio Avencrit 2016; Premio Municipal 2017 y el Premio del Público en Biarritz. Mejor Actor de Teatro por la obra Bajo Tierra.
En el año 2016 Jesús Carrreño y Patricia Ramírez fundaron A-Narco Teatro llegando a realizar exitosos montajes Hamlet Involución, ganadora del Premio Municipal 2017 a Jesús Carreño como mejor director. Estuvo al frente de 2×1, de gran éxito en su temporada en el Centro Cultural BOD, entre otras. También se desempeñó como docente de la Escuela de Teatro Juana Sujo y fue coach de actuación.
“Si bien he hecho cine con la película El Amparo (entre otras) prefiero el teatro, por cuanto me da más libertad de interpretación. El personaje puede ir creciendo y madurando en cada función”, manifestó en una entrevista para el Ateneo de Caracas. Carreño definitivamente era un amante del teatro.