«Tanto Oriana Alejandra como Cristina Isabel ya se acostumbraron a conocer lo que son prácticamente todas mis actividades»
Muchos la conocemos como periodista y ancla del Noticiero de Televen, pero hoy hablaremos sobre su rol más allá de las pantallas de televisión, su rol de la maternidad.
Crusmila Ramos es madre de 02 chicas, la primera, Orianna Alejandra, quien le dio su título de mamá por primera vez, el 27 de noviembre de 2002, y 12 años después la cigüeña tocó nuevamente su hogar con el nacimiento de su segunda hija Cristina Isabel, el 16 de diciembre de 2014.
Como mujer y madre, recuerda perfectamente la emoción y sorpresa que sintió el día que se enteró de su primer embarazo, cuando era reportera de las fuentes: de alto gobierno y militar para CMT. Y fue el fin de semana de aquel histórico 11 de abril, cuando se enteró que estaba en la dulce espera.
«Me entero que estoy embarazada el lunes 14 de abril cuando me hago una prueba de sangre, porque me generó nauseas, un café con leche, cosa que me parecía rarísima porque yo soy coffee lover, y sin embargo me generó esa reacción, lo que me llamó la atención. Cuando me pongo a pensar, tenía bastante rato sin que se presentara la menstruación y dije ¿será que estoy embarazada?, yo creo que tengo que hacerme una prueba en sangre y después, ese fin de semana intenso en el que tuvimos que correr, exponernos a situaciones muy peligrosas y momentos de tensión en Fuerte Tiuna, inclusive estuvimos secuestrados un grupo de periodistas en Fuerte Tiuna, antes de lo que fue ese pronunciamiento del 13 de abril en que regresó Chávez al poder.
Después de toda esa situación que pensamos, en donde creí que no íbamos a sobrevivir y enterarme que estaba embarazada dije woaoo la vida me cambió, todo esto en medio de una pauta en la que estábamos esperando una declaración a las afueras de la fiscalía militar. Lo recuerdo muy claramente; me llaman del laboratorio donde temprano me había hecho la prueba de sangre y allí en esa llamada me dicen – Hola señora Crusmila ¿Cómo está? La estamos llamando del laboratorio y queremos felicitarla porque su prueba ha resultado positiva-.
Sentí que el mundo dio un giro inmensamente hermoso para mí, sorprendida por la noticia aunque lo sospechaba, no pensaba que podía concretarse y menos de esa manera, después de todo lo que había vivido ese fin de semana.
Fue una emoción muy intensa, todos los compañeros que estaban allí en ese momento cuando me escucharon hablar por teléfono corrieron, me abrazaron. Fue un abrazo mancomunado entre los reporteros, un momento muy hermoso, no pude compartir la primera noticia con mi esposo, sino con los compañeros de la pauta».
Un consejo loco o extraño que te dieron embarazada
Uno de los consejos que le dieron a Crusmila y que le pareció algo loco y difícil de creer, fue cuando estaba esperando a segunda hija. Fue el de no hablarle a la barriga de noche, porque supuestamente podría tener a una niña hiperactiva y que no dormiría temprano.
«Sonaba como el más loco, pero fue absolutamente real. Para esa fecha mi esposo Juan trabajaba hasta las diez de la noche y yo pasaba prácticamente todo el día sola en la casa. Cuando él llegaba a las diez de la noche lo primero que hacía era hablarle a la barriga, sentir la patadita, cantarle y bueno, efectivamente cuando la niña nació era súper activa en las noches gracias a eso. Nos reímos muchísimo porque cada vez que vemos alguna pareja que están embarazados les damos ese consejo, por favor: no le hablen a la barriga en las noches porque después no van a poder dormir. (Risas)
¿Recuerdas algo que hayas hecho por inexperiencia con tus niñas y que te sentiste fatal?
Seguramente sí hubo muchos episodios de inexperiencia con mis dos hijas, pero de verdad no recuerdo ningún momento en este instante que me haya sentido muy mal. Durante al desarrollo de la crianza de mis dos niñas, he tenido un apoyo inmenso por parte de mi madre, a quien le agradeceré siempre el estar allí para mí y para ellas, sin duda ha sido una madre espectacular y una abuela genial para mis dos hijas. Ante las grandes dudas acudo a su experiencia como madre de cuatro hijos, nosotros éramos cuatro hermanos, tengo un hermano que falleció hace ya veintidós años.
El único recuerdo que me viene a la mente, fue que una de las bebés en una oportunidad se me cayó de la cama porque me quedé dormida por el cansancio. Eso te hace sentir terrible, pero gracias a Dios no tuvo mayores consecuencias. Ya la niña estaba un poquito grandecita, esto fue en el caso de Cristina, la menor, y eso me llevó a poner en los laterales de la cama protectores, lo sostenía cubiertos por cojines por si esto volvió a ocurrir, pero no ocurrió nada grave en esa ocasión más allá del susto.
¿Cómo haces con tantos compromisos propios del trabajo para lograr ese equilibrio y disfrutar lo más posible de tus hijos?
En muchas oportunidades las incorporo a las actividades que tengo pendientes. Tanto Orianna Alejandra como Cristina Isabel ya se acostumbraron a conocer lo que son prácticamente todas mis actividades. Desde acompañarme al canal, disfrutar de lo que es mi día a día allí, pasar por maquillaje, sala de redacción, estar en el estudio. Esos son escenarios para ella completamente naturales y lo disfrutan.
También he ido trabajando en los últimos años con la asistencia a eventos, invitaciones a la cobertura de lanzamientos, presentaciones, como influencer.
Ellas han sido parte de esto, en la medida también de sus propios compromisos. Cristina con su colegio, sus tareas, está en clases de cocina los días sábados, aprendiendo a ser mini chef y Orianna como estudiante de segundo semestre de arquitectura en la Universidad Central de Venezuela.
Aparte de eso, hay un tiempo que trato que sea preciado para mí y he tratado de ponerme límites en lo que es el trabajo y la relación con la familia, mis hijas, mi esposo y al menos que sean cosas extremadamente urgentes, trato de no atender ni llamadas de trabajo, ni asuntos de trabajo después de cierta hora. Trato de dedicar por lo menos las noches, que es el momento que todos estamos en casa, de apoyarlas en todas las actividades que ellas tengan, sus tareas, asignaciones, en la universidad, de estar presente para ellas en todo lo que se pueda y los fines de semana sí tratamos de compartir mucho tiempo en familia, en la medida que los compromisos lo permitan.
Hay que reservar un tiempo importante para la familia, no puedes dedicar todo el tiempo al trabajo, es importante e imprescindible dedicar tiempo a lo esencial como es tu familia y son tus hijos. Para mí eso no tiene cuestionamiento y no es negociable.
Nosotros en casa tenemos los viernes especiales, y es que todos los viernes compartimos en casa una cena especial y entre los cuatro decidimos qué vamos a cenar ese día, qué vamos a preparar y eso se ha convertido en una tradición en la casa, a veces sí lo podemos hacer fuera de casa en algún lugar bonito, pero si no, nos quedamos en nuestro hogar y allí decidimos qué vamos a preparar diferente a lo que comemos en el resto de la semana. Los viernes especiales son una tradición de la familia Belmont Ramos.
Recuerdas algunas travesuras de tus niñas
Dios me ha premiado con dos hijas maravillosas, siempre han sido muy despiertas muy creativas, pero no han tenido travesuras en extremo, más allá de dejar el iPad al alcance de ellas, unos lentes, un estuche de maquillaje, un perfume. Eso sí, perdí muchísimas cosas porque ellas tienen, sobre todo en esas primeras etapas de la infancia, esa curiosidad en su máxima expresión, y cualquier descuido puede ser fatal; así perdí mis lentes preferidos, un iPad, también recuerdo un perfume que había traído en un viaje a Europa, París y que Cristina Isabel le echó encima un tónico para limpiar el rostro, pero en realidad han sido travesuras pequeñas.
Sí hemos tenido muchísimas experiencias, yo trato por sobre todas las cosas o tratamos en casa, Juan y yo, por sobre todas las cosas de regalarle momentos que queden en su memoria para el resto de su vida, creo que eso es lo más bonito de regalarle a nuestros hijos, momentos, experiencias, días que no puedan olvidar, momentos compartidos, abrazos, besos, que yo creo que eso es lo más bonito de la familia. Así sea con las cosas más sencillas, y a veces sin tener.
El día de las Madres ideal para Crusmila
Mi día de las madres ideal es sencillamente pasarlo en familia con mi madre, gracias a Dios está conmigo, solemos compartir con ella ese día y tratamos tanto el día de la madre como el día del padre de tener un almuerzo especial, de algo que sea del gusto del agasajado. En este caso del día de las madres pues se encargan ellos de consultarnos qué queremos comer y tratan de complacernos bien con un almuerzo hecho en casa o algún almuerzo planificado en algún bonito lugar. Así lo celebramos en lo íntimo, estar juntos en estas fechas especiales es lo más importante. Más allá de la cantidad, lo esmerado o el menú excepcional que pueda disfrutarse ese día, lo más importante es que así sea desde lo más sencillo podamos estar juntos.
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