EspecialesMes de las Madres 2023

«En la parte actoral, el ser madre me aporta muchos recursos histriónicos, te conviertes en una persona más sensible, intensa, te da una madures profesional»…

@abadeileen

Conversamos con Eileen Abad, reconocida actriz venezolana, recordada por su destacada participación en telenovelas venezolanas, mexicanas y colombianas como “Por estas calles” “Amores de fin de siglo”, “El amor de mi vida” (TV Azteca) entre otros, y hoy nos cuenta sobre su papel protagónico más importante, el de ser Madre.

Eileen Abad de viaje con su hijo

El año 2011 inició una nueva etapa de su vida, con el nacimiento de su primogénito y único hijo, Christopher Haydon Pérez, el 10 de enero de ese año.

El momento perfecto

Una madre sabe que nunca será cliché repetir la frase “El tiempo de Dios es perfecto”, sobre todo cuando se ha deseado tener el don de la maternidad.

“Christopher fue un niño tan buscado y deseado, que cuando por fin llegó, me tomó por sorpresa, porque estaba pasando por una etapa muy compleja a nivel personal, y él vino a cambiarlo todo, para mostrarme que los milagros existen, que ese amor genuino e infinito vino a iluminar mis días, y llegó cuando tenía que llegar, porque Dios tiene sus planes perfectos, y fue en el momento preciso y de sorpresa.

Consejos que no se olvidan

Durante la maternidad, sobre todo las mamás primerizas suelen recibir todo tipo de consejo, unos cotidianos y otros fuera de lo común, en el caso de Eileen, aunque recibió un consejo de prevención, no queda duda que era muy extremo.

“Me dijeron que cuando estuviera amamantando a mi bebé en la mecedora, que lo amarrara a mi cuerpo, porque habían mamás que se quedaban dormidas del cansancio y el niño les terminaba en el sueño. Digamos que sí experimenté en algún momento ese sueño y ese cansancio, pero mi hijo nunca se me cayó.

De amarrarlo nunca, lo que hacía era colocar un montón de almohadas alrededor, y tenía una dona de lactancia en donde lo colocaba, por lo que era difícil que se me fuera a caer”.

Todo en exceso es malo

Bien, dicen las abuelas que todo en exceso es malo, y hasta los mejores consejos deben hacerse con prudencia y si no, lean lo que nos contó Eileen al preguntarle sobre algo que haya hecho por inexperiencia y que le asustó, pero que hoy en día le causa risa.

“Recuerdo que le daba mucha crema de zanahoria, eso fue en una etapa en la que viví en Miami y no tenía a mi mamá al lado, que siempre me asesora y aconseja de la forma en que nos crio. Si bien yo la llamaba y me decía hazle papillitas, el niño tenía meses y tomaba algo de sopa, comía la masa de la arepa, me dio por darle full zanahoria porque era buena para la vista, y le di tanta crema de zanahoria que se puso anaranjado. Hoy me da mucha risa verlo anaranjado en fotos, pero en ese momento me asusté porque pensé que era algo en la piel. Después con el tiempo se le fue quitando. A lo mejor después de esta entrevista me voy a ir recordando de otro episodio. Yo soy una mamá gallina que siempre me asesoraba muchísimo pero en ese momento crema de zanahoria hasta por lo blanco del ojo”.

Travesuras que no se olvidan

Recuerdo una travesura qué me hizo Christopher de bebé, estábamos viviendo en Miami, estaba de meses, ya gateaba y empezaba a caminar agarrándose de las paredes y los gabinetes. En fracciones de segundo que fui al baño, aunque tenía el acceso cerrado a las escaleras, tenía seguridad en todos lados, incluso en los gabinetes.  Habré dejado uno abierto y no había nada que fuese peligroso al alcance del niño, porque en segundos cierras los ojos y te tumban todo.

Eileen Abad con su hijo Christopher Haydon Pérez

Literal, fue en segundos que voy un momento al baño, lo dejo en la alfombra jugando con unos juguetitos y de pronto el desastre en la cocina, saco las bolsas de basura, me imagino que al agarrarse alcanzó un paquete de pasta y lo regó por todo el piso. De hecho vi el desastre y no vi al niño porque estaba escondido en un gabinete y te podrás imaginar mi susto, pero es parte de esta experiencia de ser mamá (risas).

También nos habló de sus travesuras de mamá e hijo. A mi hijo le encantan los animales, si por él fuera tuviésemos en la casa un zoológico. Desde unas chivas que estuve a punto de comprar, pero mi mamá y mi papá me dijeron que sería un desastre en la casa, así que no las compramos.

 Pero un día le dio por cazar agua mala, era temporada en la playa, el año pasado, y lo acompañé en esa aventura. Él ve el canal Animal Planet y sabe cómo agarrarlas sin que le haga daño, lo acompañé, aunque la verdad que no me quedaron muchas ganas de volver (risas).

De algo que me haya dejado sorprendida es que me escribió una carta bellísima. Por la forma de ser de él, que es un niño tranquilo, no es travieso. Tengo guardada la carta como mi mayor tesoro, así como la colección de dientes de cada vez que muda, el ombliguito, el primer mechón, soy muy a la antigua de guardar sus cosas, tengo un baúl de los recuerdos.

¿Cómo hace para combinar el rol profesional con el de la maternidad?

Para combinar el rol de madre con cualquier profesión se necesita ayuda. Tengo la bendición de contar con mis padres, con los ojos cerrados y me iba tranquila a grabar. Al principio me costaba un poco porque me sentía culpable porque estaba dejando a mi niño y esas horas las dedicaba a trabajar.  Estando el pequeñito estuve en tres proyectos que de no ser por mis padres se me hubiese hecho cuesta arriba.  La tranquilidad de saber que mi papá lo busca en el colegio, mi mamá le cocina, lo monitorea con las clases en la casa, eso no tiene precio.

Hoy en día no hay casi producciones acá en Venezuela, por lo que hace poco participé en festival de teatro fuera del país, no fue fácil porque le monitoreo todo lo del colegio, tareas, trabajos y todo tiene su etapa, ya va creciendo.

 En la parte actoral, el ser madre me aporta muchos recursos histriónicos, te conviertes en una persona más sensible, intensa, te da una madures profesional y personal que te ayuda a la hora de interpretar cualquier personaje.

Eileen Abad y su familia

¿Cómo celebra Eileen el día de las madres?

Solemos celebrar el día de las madres en familia, con mi hijo, mi mamá y papá, mi hermana, mis sobrinos y mi cuñado.

El día ideal es como años atrás que nos reuníamos todos, ver la alegría de mi madre al estar todos reunidos.

Tengo un hermano que vive fuera del país con su esposa y sus hijos, qué hace rato no estamos juntos.

No queda duda, que la maternidad renueva, transforma e impulsa a seguir adelante para redescubrir la mejor versión de cada una, así lo mostró nuestra querida Eillen tras esta amena conversación.

Equipo Editorial: Yanitzi Gómez @agendamama, Berki Altuve @termoneitos y Atahualpa Penzo @atapenzo 

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